domingo, 4 de enero de 2009

DOMINIQUE PERRAULT: BIBLIOTECA NACIONAL DE FRANCIA



La historia de la Biblioteca Nacional Francesa, que tiene su origen en la que Carlos V construyó en el Louvre, está marcada por las múltiples mudanzas que ha sufrido a lo largo de los siglos. Fue trasladada primero a Blois y luego a Fontainebleau, para regresar a París en 1568. Su apertura al público, en 1692, no consiguió detener sus constantes viajes y los cambios políticos en Francia la afectaron de una manera muy directa. Inicialmente la institución tuvo carácter de nacional, pero, posteriormente, se convirtió en biblioteca imperial y, de nuevo, años después, volvió a su primera denominación. Durante la Revolución Francesa, sus fondos aumentaron gracias a las colecciones confiscadas por el gobierno, procedentes fundamentalmente de abadías, colegios y universidades clausuradas. El 14 de julio de 1988, François Mitterrand anuncia la construcción y la organización de una de las más grandes y más modernas bibliotecas del mundo. Deberá cubrir todos los campos del conocimiento, estar en la disposición de todos ellos, utilizar las tecnologías más modernas de transmisión de datos, poder ser consultada a distancia y ponerse en relación con otras bibliotecas europeas.

Hace algunos años la Biblioteca Nacional de Francia fue noticia: uno de sus conservadores robó una biblia hebrea del siglo XIII y la vendió por 231.000 euros en una subasta celebrada por Christies en Nueva York. Más tarde, el comprador, el coleccionista Joshef Goldman, decidió devolver el manuscrito tras llegar a un acuerdo con la biblioteca.
El proyecto arquitectónico es de DOMINIQUE PERRAULT. La nueva Biblioteca Nacional Francesa abre al público el 20 de diciembre de 1996 y, después de la mudanza de la sede mayor de las colecciones de la calle Richelieu, acoge a los investigadores en octubre de 1998.

Simboliza unos libros abiertos, sus cuatro torres de vidrio y acero de 80 metros de altura, se alzan hoy al borde del río Sena, en la ribera izquierda al sur de Paris.
En Tolbiac, la Biblioteca François-Mitterrand ocupa una ubicación de 7,5 hectáreas para una explanada de 60 000 m². Tiene cuatro grandes torres angulares de 79 m cada una que corresponden simbólicamente a cuatro libros abiertos. Cada torre lleva un nombre:
Torre de los tiempos
Torre de las leyes
Torre de los números
Torre de las cartas
El centro del edificio está ocupado por un jardín de 12.000 m² cerrado al público. Bajo este nivel se encuentran todavía dos niveles utilizados, de los que más bajo está ocupado por una calle interior destinada a la circulación de los vehículos (en particular los vehículos internos en el BNF y los que vienen para entregar el depósito legal). El conjunto de las superficies construidas representa 2.900.000 m².
UNA METÁFORA VISUAL Los cuatro libros abiertos en los extremos de la Biblioteca son como hitos urbanos, señales metropolitanas cargadas de información con todas las palabras y todos los libros. La Biblioteca de Francia es más un lugar que un edificio, es un trabajo sobre el vacío, lujo absoluto en la ciudad. Toyo Ito hace una interesante analogía entre la Biblioteca de Francia y los templos sintoístas japoneses, donde el lugar de culto se distingue simplemente por cuatro troncos pulidos que enmarcan un lugar vacío. Así, Perrault propone en la memoria del proyecto la creación de un lugar, más que un edificio. Vacío que se convierte en bosque en el patio hundido central, como representación y reconquista de la naturaleza a la expansión metropolitana y como símbolo y origen: tronco, madera, papel y libro.

DOMINIQUE PERRAULT
El niño bonito de la era Mitterrand ha entrado en el Centro Pompidou. Construyó la Biblioteca Nacional de Francia como una no-arquitectura, y es el primer arquitecto que no posee el Premio Pritzker al que el museo parisiense rinde homenaje.

No tenía treinta años cuando en un París que celebraba la arquitectura elegantemente moderna de Jean Nouvel, DOMINIQUE PERRAULT (CLEMONT FERRAND, 1953) se convirtió en el elegido de los dioses políticos. Ganó el concurso para levantar la Biblioteca Nacional de Francia y supo hacerse un hueco en la esfera internacional compartiendo el cupo de franceses elegantes. Con el tiempo, ha sabido desvincularse de esa única etiqueta gracias a su habilidad con las mallas metálicas, a su moderado número de proyectos y, sobre todo, a la variedad de sus respuestas y la evolución de sus propuestas. Eso le ha permitido mantener la carta de la intriga, vital porque evita el encasillamiento de los profesionales.
Perrault se ha destacado como una de las prometedoras figuras de la escena arquitectónica contemporánea, tras adjudicarse el concurso para edificar la Biblioteca Nacional de Francia (1989 – 1995). Esta obra es quizá el trabajo que mejor sintetiza la propuesta creativa de este arquitecto: "El principio de la arquitectura es responder al principio de la realidad, ser operativa" (Perrault). Sus proyectos se caracterizan por la ausencia de decoración, la importancia otorgada al entorno urbano y una inclinación por la utilización de superficies metálicas, muros de concreto y de cristal, este último muy empleado ya que en su idea de anti-arquitectura, permite hacer traslúcidos y ligeros a los edificios de gran volumen.


La Biblioteca Nacional de Francia también conocida como Biblioteca Nacional de París; y cuyo acronimo es BNF, es una de las bibliotecas más importantes de Francia y del Mundo. Tiene el estatuto de establecimiento público. Sus actividades son repartidas entre diferentes ubicaciones, la principal es la sede François Mitterrand, situada en el barrio de Tolbiac, en el XIII distrito, en la orilla sur de París.
Sus colecciones físicas son estimadas en treinta millones de volúmenes pero también es ampliamente conocida por Gallica, su biblioteca digital.
Un decreto del año 1537, que sigue aún en vigor, exige que la Biblioteca Nacional de Francia guarde un ejemplar de todas las obras publicadas en Francia. Actualmente, alberga en total más de 10 millones de libros y 350.000 volúmenes encuadernados de manuscritos, además de colecciones de mapas, monedas, documentos, estampas y registros
sonoros.
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DOMINIQUE PERRAULT

9 comentarios:

Antonio Martínez dijo...

Fantástica entrada. As últimas veces que estiven en París paseime por esta Biblioteca (xa saberás que teño tres teimas: arte, correr e bibliotecas).
Hai unha parte do texto repetida.
Parabéns, de novo, Ana.

Ana dijo...

Gracias por la advertencia. Ya he corregido el error y también he añadido un dato que desconocía y lo encontré casualmente, sobre un robo de una biblia hebrea.
Las tres "teimas" se complementan muy bien..."mens sana in corpore sano".
Echa un vistazo a la página de los BESTIARIOS MEDIEVALES de la que he realizado una entrada.
Saludos

Duncan de Gross dijo...

Genial recomendación para la próxima visita, muy completo el post, me ha encantado ;-)

Ana dijo...

Bienvenido a mi blog. Me alegro que mi entrada te resulte sugerente. Además...siempre quedará París como interminable lugar de destino.
Saludos

Anónimo dijo...

hola ana que tal cuanto tiempo!! no sabia yo que tenias esta entrada tan interesante por otra parte. un saludo muy grande

Ana dijo...

Como no te identificas, no puedo responderte de un modo personal. Efectivamente esta entrada me parece muy interesante por eso la hago pública. No sólo por el edificio que me parece extraordinario sino también por la oferta de la BNF como tal, con sus exposiciones virtuales y sus propuestas didácticas. No se si has visto las otras entradas sobre la BNF en las que añado un enlace.
Un saludo y...¡dime quien eres!

hanna dijo...

El edificio es muy lindo, una obra de arte sinduda. Lamentablemente en este tipo de edificios que conservan patrimonio documental en soporte papel, se debería privilegiar la funcionaliad del mismo y en este caso, los documentos y libros fueron ubicados en las zonas más altas del edificio donde sufren las inclemencias de la luz solar constante que no hace más que deteriorar el acervo documental y bibliográfico.

saludos desde
caminandoporeltecho.blogspot.com

Ana dijo...

Hola hanna, no tengo ni idea de la funcionalidad de este edificio en lo relacionado con la conservación de documentos. Supongo que el arquitecto habrá tenido en cuenta estos aspectos. No lo se. Pienso que en el caso de la arquitectura es importante aunar estética y función...y lo principal en una biblioteca son los libros claro.
Saludos y gracias por aportar tu opinión.

SU dijo...

Hola, en la entrada q me parece muy interesante estás poniendo fechas de 1900 y La biblioteca de París es del siglo XIX fue construída entre 1868-1878 según acabo de estudiar.
Saludos

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