PISSARRO: "Bulevar Montmartre, tarde soleada", 1897 |
El impresionismo mostrará una atención especial por el efecto que la luz produce sobre las superficies a lo largo del tiempo. Esto le alejará de la pintura de taller y centrará su interés en la representación de la vida al aire libre. Por eso no es de extrañar que uno de sus temas preferidos sea la ciudad en todas sus perspectivas. Los cambios en la ciudad son una metáfora de la revolución en la pintura.
El bulevar surge como un espacio público nuevo donde las diferencias de clase se desdibujan entre la multitud que deambula.
PISSARRO: "Bulevar de la Ópera" |
"Es éste un fenómeno más variable que cualquier otro; es signo de la vitalidad del país, expresión de una sabiduría que alcanza su apogeo o que llega a la decadencia...
(…) "Este marco, económico y político, aun en el caso de que su valor haya sido confirmado por el uso durante algún tiempo, puede ser alterado en cualquier momento, ya sea en una de sus partes o en su conjunto. A veces, basta un descubrimiento científico para suscitar la ruptura del equilibrio, para hacer que se manifieste el desacuerdo entre el sistema administrativo de ayer y las imperiosas realidades de hoy."
CARTA DE ATENAS, 1933
CARTA DE ATENAS, 1933
PISSARRO: "Bulevar Montmartre, nocturno", 1897 |
París se transforma
“La fantasmagoría de la cultura capitalista alcanza su despliegue más luminoso en la Exposición Universal de 1867. El Imperio está en la cumbre de su poder. París se confirma como la capital del lujo y de las modas." WALTER BENJAMIN
“París es el corazón de Francia; pongamos todos nuestros esfuerzos en embellecer esta gran ciudad, en mejorar la suerte de sus habitantes. Abramos nuevas rutas, saneemos los barrios populosos que carecen de luminosidad y que la luz de sol penetre por todos nuestros muros.” NAPOLEÓN III: Discurso pronunciado en 1850.
MONET: "Boulevard des Capucines",1873 |
JEAN BERAUD: "Le Pont-Neuf" |
MANET: "Street Pavers, Rue Mosnier", 1878 |
CAILLEBOTTE: " por el puente de Europa", 1876
Paseando por la ciudad: el "flâneur"
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DAUMIER: "Los noctámbulos" |
“La figura del "flaneur" o paseante, presentada por Baudelaire y luego rescatada por Benjamin, es sin duda una de las expresiones más radicales del ambiente metropolitano del siglo XIX. Este personaje derivaba por bulevares y galerías sin mayor derrotero que el que su afán “voyerista” indicaba, encontrando regocijo y placer en el simple hecho de deambular sin propósito. Ciudadano, espectador y lector al mismo tiempo del ambiente urbano, el flâneur encarnaba nuevos modos de percepción, imaginarios y prácticas estéticas. |
La calle atronadora aullaba en torno mío.
Alta, esbelta, enlutada, con un dolor de reina
Una dama pasó, que con gesto fastuoso
Recogía, oscilantes, las vueltas de sus velos,
Agilísima y noble, con dos piernas marmóreas.
De súbito bebí, con crispación de loco.
Y en su mirada lívida, centro de mil tomados,
El placer que aniquila, la miel paralizante.
Un relámpago. Noche. Fugitiva belleza
Cuya mirada me hizo, de un golpe, renacer.
¿Salvo en la eternidad, no he de verte jamás?
¡En todo caso lejos, ya tarde, tal vez nunca!
Que no sé a dónde huiste, ni sospechas mi ruta,
¡Tú a quien hubiese amado. Oh tú, que lo supiste!
“El Sr. G (...) admira la eterna belleza y la sorprendente armonía de la vida de las capitales, armonía tan providencialmente mantenida en el tumulto de la libertad humana. Contempla los paisajes de la gran ciudad (...). Disfruta de los bellos carruajes, de los fieros caballos, de la limpieza deslumbrante de los botones, de la destreza de los lacayos, de los andares de las mujeres ondulantes, de los niños guapos, felices de vivir y de estar bien vestidos; en una palabra, de la vida universal.” Baudelaire, C.: “El pintor de la vida moderna”.
(…) Llegó la hora del maquinismo. A una medida milenaria que hubiera podido creerse inmutable, la velocidad del paso humano, vino a añadirse otra medida, en plena evolución: la velocidad de los vehículos mecánicos.” CARTA DE ATENAS, 1933
MONET: "El Puente de Europa, Estación de San Lázaro", 1877 |
La ciudad desde la mirada del Postimpresionismo:
A través del empleo arbitrario del color con Van Gogh...
MONET: "El Parlamento de Londres en la niebla", 1904 |
Londres: la atracción de la gran ciudad |
"La piedra junto a la que estaba sentado ostentaba en grandes caracteres la indicación de que había precisamente setenta millas desde aquel lugar a Londres. Este nombre despertó en la imaginación del niño una nueva sucesión de ideas. ¡Londres! ¡Aquella ciudad inmensa! ¡Nadie, ni siquiera el señor Bumble, podría encontrarle allí jamás! Con frecuencia había oído decir a los viejos del hospicio que ningún muchacho con talento pasa nunca privaciones en Londres; que en aquella vasta ciudad hay medios de vida inimaginables por los que se han criado en el campo."
"Vago sin fin por las censadas calles,
junto a la orilla del censado Támesis,
y en cada rostro que me mira advierto
señales de impotencia, de infortunio.
En cada grito Humano,
en cada chillido Infantil de miedo,
en cada voz, en cada prohibición,
escucho las cadenas forjadas por la mente:
y escucho cómo el grito del Deshollinador
hace palidecer las oscuras Iglesias,
y el dolor del Soldado infortunado
ensangrienta los muros de Palacio.
Pero, al fin, en las calles de medianoche escucho
cómo la maldición de la joven Ramera
deseca el llanto del recién nacido,
y asola la carroza fúnebre de los Novios.”
junto a la orilla del censado Támesis,
y en cada rostro que me mira advierto
señales de impotencia, de infortunio.
En cada grito Humano,
en cada chillido Infantil de miedo,
en cada voz, en cada prohibición,
escucho las cadenas forjadas por la mente:
y escucho cómo el grito del Deshollinador
hace palidecer las oscuras Iglesias,
y el dolor del Soldado infortunado
ensangrienta los muros de Palacio.
Pero, al fin, en las calles de medianoche escucho
cómo la maldición de la joven Ramera
deseca el llanto del recién nacido,
y asola la carroza fúnebre de los Novios.”