domingo, 10 de julio de 2011

ANTONIO LÓPEZ Y VICTOR ERICE: "EL SOL DEL MEMBRILLO"



"Hay una lentísima fuga de la luz que va resbalando por las hojas del membrillero, y al pie del árbol, como un cazador, está Antonio López con un lienzo en el caballete que parece una trampa tendida para atraparla. Esa luz es otro río de Heráclito, en la cual nadie podría bañarse nunca dos veces. Ella fluyendo transforma la sustancia de todos los seres, y el tiempo no es sino la copa de cristal donde la luz se teje y se desteje siempre a sí misma. Intentar captarla en el lienzo es el trabajo imposible de este pintor que en la película convierte su propia impotencia en una obra de arte. Es una tarde de otoño, y los membrillos ya están dorados..." Manuel Vicent, El País, 24 de enero de 1993

El cineasta Víctor Erice y el pintor Antonio López hablan de 'El sol del membrillo', la película documental que recoge el proceso creador del artista que recibió el Premio Especial de Jurado en el Festival de Cannes en 1992. Reportaje emitido en el programa "Días de cine" el 7 de junio de 1992.
El proceso creativo
El director de cine Víctor Erice filmó en 1992 "El sol del membrillo" En este film se recoge el proceso creativo del artista mientras pinta un membrillero del patio de su casa en plena maduración de sus frutos. El jardín se convierte en su estudio.
"Especie de diario elaborado a partir de la captación directa de los hechos (todas las personas que aparecen en las imágenes se representan a sí mismas, y lo que dicen les pertenece), El sol del membrillo trata, más bien, de buscar una relación menos evidente entre la pintura y el cine, observados ambos en lo que tienen de instrumento de captura de lo real; es decir, como formas distintas de llegar al conocimiento de una posible verdad.
A lo largo de este siglo, los pintores y los cineastas no han dejado de observarse, quizás porque han tenido, y siguen teniendo, más de un sueño en común -entre otros, capturar la luz-, pero, sobre todo, porque su trabajo obedece, como señaló André Bazin, a un mismo impulso mítico: la necesidad original de superar el tiempo mediante la perennidad de la forma; el deseo, totalmente psicológico, de reemplazar el mundo exterior por su doble." Víctor Erice

"Hay un espléndido azar, uno de esos días ponen en la televisión la película que hizo Víctor Erice en casa de Antonio López García, El sol del membrillo: a la cosecha de membrillos tangibles que nosotros hemos recogido se unen los membrillos quiméricos que pintaba y dibujaba Antonio López, y los que retrataba en el cine, con su abrumadora y misteriosa maestría, ese ermitaño o robinsón de las películas que es Víctor Erice. El trabajo de cualquiera de los dos tiene la virtud de revelar la parte de prodigio secreto que hay en las cosas, el doble enigma de su perduración y su fugacidad. Da igual que el ámbito de la pintura sea el espacio, y que el del cine sea el tiempo: en un cuadro o en una escultura de Antonio López García, los lugares, los objetos y las presencias humanas parecen detenidos en una lejanía temporal que es la misma que se adhiere como un óxido a las fotografías desde el mismo instante en que son tomadas; cada plano de una película de Víctor Erice contiene la emoción de lo que está sucediendo y la melancolía de lo recordado, pero también ha sido calculado como una estática composición visual, sólo que con tal refinamiento que siempre da una impresión de naturalidad y de azar, como esos cuadros en los que las figuras parecen haberse detenido al irrumpir nosotros y mirarlas.



martes, 5 de julio de 2011

ANTONIO LÓPEZ: FIGURACIÓN OBJETIVA


Sus inicios


“Quisiera evocar el tiempo en que mi tío Antonio López Torres me inició en la pintura. Nací el año 1936 en un pueblo de la llanura manchega, un pueblo joven, apenas sin historia, luminoso, donde parecía que todo estaba a la vista. Mi familia, tan numerosa, las gentes, las calles tan rectas, tan bien proporcionadas que parecían larguísimas, el pueblo tan habitado, el campo tan cerca, todo me parecía emocionante y protector. El mejor mundo para un niño. A uno de mis tíos, el mayor de los hermanos de mi padre, le veía ir y venir con el caballete, la caja de pinturas y un lienzo a las afueras del pueblo a pintar el campo, una imagen familiar para todos. Antonio López Torres el pintor, soltero, pequeño, nervioso, sensible, aprensivo, a veces con un gran sentido del humor, se destacaba de los demás de una manera involuntaria. Había estudiado pintura aquí en Madrid en los años veinte. Querido y admirado por todos, vivía años de penumbra dedicado a la enseñanza en algún instituto de la provincia, pintando siempre que podía. Era el mayor ejemplo de talento para la pintura que he conocido.” Antonio López García, El País
Etapa inicial (1953-1965): del Realismo al Surrealismo
"Mujeres dialogando", 1955
"La novia", 1959
Etapa de madurez a partir de 1965


"La cena", 1971-80

"Atocha", 1964

"El jardín de atrás", 1969

"Lavabo", 1967
El pintor y su obra



La temporalidad y el deterioro de lo material son alguno de los rasgos que definen su estilo. El artista refleja, con un detallismo fotográfico, su percepción de los aspectos más cotidianos de la realidad que le rodea.
Está considerado como el padre de la escuela hiperrealista madrileña. Aunque el artista afirma:
“Yo creo que no somos hiperrealistas los realistas españoles. Esa palabra surge de unos pintores y escultores que trabajaban sobre el mundo real en América del Norte, y que tienen unas técnicas de ejecución, una temática y unas estrategias de trabajo que no son las nuestras.” 
En una reciente entrevista  define su estilo  como “figuración objetiva”.
El proceso creativo 
El proceso de creación de su obra es lento, minucioso y meditado. Él lo explica así:“En una pintura, lo primero que hay que decidir es su tamaño, el tamaño del cuadro, que surge en principio por el propio tema. A partir de ahí siempre empiezo a pintar directamente, de modo que el cuadro, en su primer momento, es su propio boceto. Nunca he hecho bocetos, ni siquiera cuando no he tenido claro lo que quería pintar.”
"Gran Vía", 1974-1881


ANTONIO LÓPEZ Madrid desde Torres Blancas, 1976-1982

Antonio López pinta la Puerta del Sol from Zita Films / Pablo Ballester on Vimeo.
"Madrid es uno de mis grandes temas, como el Purgatorio para Dante" Antonio López
Referencias en la obra de Antonio López
 "Cabeza griega y vestido azul", 1958
El arte es también lo que ha dejado de ser
Entre las obras del pasado, los artistas realizan una selección de rasgos que merecen ser tenidos en cuenta, que les seducen y rechazan otros. Estos, por omisión, forman parte también de sus obras...lo que nunca estará presente en ellas.”Yo pienso que las referencias son muchísimas, unas las tienes muy claras y otras muy imprecisas. Hay unas cosas que no te gustan absolutamente nada, pero que te valen como referencias, como puntos de peligro que te avisan de que no debes de pasar, según que límites, tanto en literatura, en cine y en la propia vida, que te va enseñando.
El artista desde la mirada del escritor   
“Deslumbrado por la magia del pincel de Antonio López, fui de los primeros en acercarme a su obra. ¿Para qué? ¿Y quién lo sabe? Yo buscaba algo, una muestra, una aproximación a su genio. Después aspiré a un recuerdo. En mi expectativa ávida, llegué a proponerle: "Lo que tú quieras, Antonio. Una interrogación, mis iniciales firmadas por ti. Algo". Él sonreía, los ojos bajos, con su bonhomía habitual, esa sonrisa flébil de hombre cuya naturaleza no le permite complacer a tanta gente. Mas el talento pictórico de Antonio era tan excelso y natural que atraía al más profano. Yo sabía que me leía, me decía que gustaba de mis escritos, pero esto nada tenía que ver con mi deseo." Miguel Delibes en “El País”
El artista y su visión del arte actual
“Un cuadro de ahora, no se puede parecer al de otras épocas. Tiene que tener un elemento espiritual, ético, estético, un conjunto de cosas que justifique que se haga en un momento en el que se trabaja por lo general fuera de ese territorio. Sólo ahí tiene espacio la figuración. Y naturalmente, tiene que estar muy bien hecho, como también lo tiene que estar la abstracción. Pero ya no se habla de lo bien hecho, sino de lo que pueda sorprender. El gran arte de todas las épocas siempre ha necesitado que el contenido tenga hondura y que el espectáculo de su lenguaje sea atractivo.” Antonio López: "Yo no he decidido mi vida", El País
Una exposición antológica en Bostón
"Reencontrarse con la propia obra es el mayor privilegio, si lo puedes resistir“
"Me está volviendo el interés por la figura humana. No por el mero retrato, sino por la descripción de la vida que hace la gente: afeitarse, lavarse... Esa parte de la historia que la pintura tiene olvidada y solo está viva en el cine, en la literatura, en la fotografía."
"Soy más libre que cuando era joven. Me ha costado mucho llegar a algo parecido a la estima por la vida y por mí mismo"
"He trabajado muy a gusto, he vivido muy libre. ¿Qué más puedo pedir? Antonio López: "Ha sido doloroso hacerme a mí mismo", El País
"El arte no necesita explicaciones, basta con la sensibilidad de quien contempla una obra. Y a cada persona le puede sugerir ideas y sensaciones muy diferentes. Esa es una de sus mayores grandezas.
Me considero un ser humano privilegiado por haber podido expresar mis sentimientos a través de la pintura”.
Muy recomendable el especial de El País sobre el pintor. 
También aquí una interesante la página
Página del Museo Thyssen sobre la exposición