domingo, 19 de julio de 2009

ARTE Y DEPORTE: EDAD MEDIA

Entre los años 476 y 1492 se abre un largo espacio de tiempo, la Edad Media, en que las actividades deportivas experimentarán un gran declive. La consolidación del cristianismo en los últimos siglos del Imperio Romano, significó un cambio muy importante en la práctica deportiva. Teodosio pone fin a las actividades físicas, heredadas de Grecia, las Olimpiadas.
Con la desaparición del Imperio Romano, los diferentes pueblos germánicos se asientan en Europa Occidental. La cultura romana se va degradando cada vez más. Durante la Edad Media desaparecieron casi por completo los deportes atléticos y se retornó a los entrenamientos físicos para la guerra -deportes de combate, como las justas y los torneos-, y a la práctica de la caza. Es un momento de crisis para la educación física.
En la Edad Media, el cristianismo se había impuesto en la sociedad europea; los hombres estaban sometidos a la fuerte autoridad de una iglesia que condenaba la vida terrenal y predicaba la necesidad de buscar solamente la salud del alma.
La jerarquía eclesiástica el igual que los reyes publicaron muchas veces decretos que prohibían los juegos
y los deportes. Se produjo un menosprecio de la práctica físico deportiva.
Estas prohibiciones fueron inspiradas por el deseo de que los fieles, los clérigos o las personas en general consagraran a trabajos de utilidad práctica el tiempo que inútilmente malgastaban en los juegos.
Pese a todo, en el mundo Medieval se desarrollarían algunas actividades.
Los Juegos eran un elemento primordial en la vida social. La mayoría de las veces constituían, sin ninguna duda, la ocasión para reafirmar los valores establecidos.
La actividad deportiva más destacada de la época fue el desarrollo de
los torneos y justas y la educación física recibida por una élite formada por los caballeros. Actividades deportivas de marcado carácter aristocrático.

También el pueblo llano realizaba actividades deportivas: tiro con arco, juegos de pelota (la "soule", "la palma"...), lucha, danza...
El deporte medieval, exclusivo de la clase noble y de los caballeros, tiene como objetivo prioritario la preparación para la guerra y ésta, durante toda la Edad Media, se desarrolla básicamente como una cruzada religiosa contra los infieles. Es un deporte eminentemente utilitario donde los caballeros a través del entrenamiento que reciben en los torneos y justas están constantemente preparados para defender el mundo que representan. En España, los caballeros cristianos luchan en nombre de Cristo y el apóstol Santiago, y los caballeros árabes en favor de Alá.El caballero, para su consagración como tal, deberá pasar por todo un ritual que se inicia en la infancia y culmina a los veinte años con una ceremonia donde se le entregan las armas. Conforme pasan los siglos, el ideal caballeresco se ritualiza aún más y el aspirante se prepara con ayunos, oraciones y penitencia. El señor del cual es vasallo le arma caballero en el "nombre de Dios, de san Miguel, de san Jorge y de Santiago".
La ley eclesiástica prohibió reiteradamente los juegos caballerescos. Inocencio II, en el Concilio de Clermont, se pronunció enérgicamente contra “esos detestables mercados y ferias vulgarmente llamados torneos, en los cuales los caballeros solían reunirse para demostrar su fuerza y su audacia temerarias”, prohibiéndolos y negando sepultura en tierra santa a los que muriesen a consecuencia de su práctica. Alejandro III, en 1179, en el concilio de Letrán, protestaba contra estas fiestas detestables, donde los caballeros hacían ostentación de su fuerza, arriesgándose a la muerte y al fuego del infierno. Las razones que aducía la Iglesia para estas prohibiciones hacían referencia tanto al hecho de que el caballero pusiese en peligro su cuerpo como a que también peligraba su alma. Sin embargo las prohibiciones llegaron demasiado tarde, la costumbre de estos juegos se encontraba ya muy extendida, los caballeros veían en los torneos uno de los momentos más interesantes de su existencia. La Iglesia mantuvo su postura condenatoria durante casi doscientos años, aunque a partir de 1179 las condenas pasarán a ser más flexibles y limitadas en tiempo. La Iglesia tratará de luchar dentro de este terreno ideológico, de canalizar este ardor hacia las Cruzadas, de dirigir hacia ellas las energías militares. En la Cruzada no se combate por la gloria terrena, sino por la felicidad celestial, por el descanso del alma.La mayoría de las actividades deportivas medievales tienen una estrecha relación con todo lo religioso y se celebran casi siempre con motivo de fiestas o conmemoraciones organizadas por ellos. La Iglesia Católica controla todas las actividades y de alguna manera tiene que dar su visto bueno antes de que cualquier actividad pueda desarrollarse. Un claro ejemplo de la vinculación con la religión se aprecia en el acto de armar caballero o en la caza donde antes de partir, todos los participantes reciben la bendición de la Iglesia. Cuando Juan XXII fue consagrado Papa en Aviñón en 1316, una de sus primeras decisiones fue la de levantar la prohibición que pesaba sobre los torneos, lo que refleja la imposibilidad de una oposición sistemática de la Iglesia a un “deporte” mayoritariamente practicado por los caballeros, a lo que debemos añadir que en muchos casos, los propios eclesiásticos se encontraban más próximos, en todos los aspectos, tanto físicamente como incluso en ocasiones por pertenecer a las mismas familias, de los nobles que del Papa, y si no deseaban desobedecer a éste, tampoco querían enemistarse con la nobleza.
Todo el ritual caballeresco es un proceso largo que comienza a partir de los siete años. El niño es enviado a un castillo donde comienza su educación caballeresca de doncel y paje. Se le educaba en la cortesía y le instruían sobre los grandes hechos de los caballeros célebres; practicaba asimismo la equitación y esgrima. A los catorce años se transforma en escudero y recibe espada y espuela de plata.

Acompañaba a los caballeros en viajes, cacerías y otras actividades. Ayuda a vestir la armadura en los torneos y auxiliar al caballero si se cae del caballo. A partir de los veinte años era armado caballero. Como el efebo antiguo, al recibir sus armas hacía el juramento de amar a su país, de ser valiente, fiel a la palabra dada, generoso y defensor de la justicia y el bien. Entonces tomaba parte en los torneos, en las justas y en los hechos de armas. Las justas enfrentaban a dos caballeros; las normas, que debían observarse y que disminuían los riesgos, hacían que los caballeros las prefiriesen a los torneos, verdaderas batallas que ponían frente a frente a dos tropas de caballeros organizadas por regiones o, incluso, naciones. En estos encuentros el peligro era grande y las heridas, a menudo mortales. Se cuenta de un torneo que acarreó la muerte de sesenta caballeros.
LA CABALLERÍA
En el momento en que tantas fuerzas se unían por frenar el crecimiento del deporte, una institución favoreció su desarrollo: fue la caballería. Es en el ideal caballeresco donde hay que buscar las raíces más profundas del espíritu deportivo. Hacia el año mil, para formar parte de la caballería, era necesario disponer en primer lugar de un caballo y de todos los arreos, de armas ofensivas y defensivas, además de haberse adiestrado en la difícil esgrima a caballo y, por último, tener el suficiente tiempo libre para poder responder a las convocatorias y participar en las expediciones militares. Un capital importante (sólo la coraza, en el siglo XI, costaba tan cara como una explotación agrícola de mediana importancia) y horas para el ocio eran necesarios. Fueron, pues, caballeros los más importantes propietarios rústicos, los que percibían las rentas de un vasto dominio, cultivado por una servidumbre bastante numerosa para que ellos no tuviesen necesidad de dirigir por sí mismos la explotación, los que eran mantenidos por un número importante de trabajadores.
LAS LEYES DEL TORNEO

NO SIEMPRE SE CUMPLÍAN ESTAS LEYES
En estos juegos cuyo principal objetivo era adiestrar al caballero en el lance de la guerra no se podían provocar heridas peligrosas, desgracias ni la muerte de los combatientes.
No obstante sí que acontecía algunas veces a los que tomaban parte en estos ejercicios que, al olvidarse completamente de la índole especial de ellos y ciegos de cólera, se cebaban en los contrarios para satisfacer alguna antigua enemistad nacional o particular o tomar venganza de cualquier agravio o dar rienda suelta al odio o a la envidia o deshacerse de un molesto rival. A veces era en vano que en tal conflicto los heraldos y reyes de armas se interpusiesen entre los caballeros.
Así a pesar de sus razones e influencia, la autoridad de los jueces y el llanto de las damas eran baldías para calmar las pasiones de que se hallaban poseídos aquellos mal aconsejados caballeros.
¿PARA QUÉ SE REALIZABAN LOS TORNEOS? Sin duda alguna, fue el espíritu caballeresco de la Edad Media lo que motivó la existencia de los torneos. Uno de las razones por las que se practicaba este "deporte" era por ajuste de cuentas.
Otro motivo es que cuando cesaban las fatigas de la guerra por su terminación o la firma de una tregua, la nobleza para no perder ardor guerrero se ejercitaba en estos linajes de juegos militares. Se preparaban a la suerte de futuras guerras, desarrollaban entre otras cosas reflejos y fuerza muscular.
Los primeros torneos eran peleas a pie que tenían como objetivo capturar al oponente para pedir rescate. Los últimos combates fueron enfrentamientos cuerpo a cuerpo más ceremoniales con armas específicas como la espada o el hacha de guerra.
Otro de los objetivos era la celebración de los llamados "juicios de Dios" permitían al acusador y al acusado pelear para averiguar quién tenía razón. Los perdedores supervivientes eran acusados de mentir. Las mujeres y los ancianos podían elegir a caballeros que lucharan por ellos, los paladines. Se creía que Dios daba la victoria a quien decía la verdad.

EL ESCENARIO El sitio en donde se celebraban los torneos eran por lo general una plaza pública, un espacioso circuito o tela magnífica y a su alrededor se colocaban dos órdenes de barreras desplegando con gran lujo de detalles adornos, tapices, banderas, gallardetes, escudos de armas, etc.
Por otra parte, como la sociedad era estamental se construían varios tablados suntuosos para las personas reales, nobleza, jueces de campo y de paz y caballeros con experiencia en dicho torneos, reyes de armas,, músicos, etc. El pueblo llano ocupaba un lugar especial.

LOS TORNEOS Y EL AMOR CORTÉS Con el tiempo cuantas solemnidades públicas, profanas o eclesiásticas tenían las naciones otras tantas daban ocasión a la nobleza de la Edad Media a demostrar su valor en esta clase de juegos.
Daba igual que la solemnidad fuera por natalicios, matrimonios, coronaciones de reyes, firma de tratados o confirmación de una liga política entre reyes o alianzas, conquistas, paces, treguas, recibimiento de reyes, príncipes, embajadores y personajes de alta estima. En todos ellos se celebraban con justas y torneos.


Se desarrollaba cada vez más la afición por estos guerreros pasatiempos creciendo el número de participantes. Hubo torneos en que se presentaron quince, treinta, cincuenta y cien caballeros de un bando contra igual número del opuesto fundamentalmente por espíritu de galantería y las ideas caballerescas de la Edad Media. Ninguno había que no consagrase su pensamiento y sus triunfos a una dama y algunos se presentaban a los torneos tras la señora de sus pensamientos. TORNEOS Y JUSTAS: FAMA Y NEGOCIO Los torneos y las justas se hicieron más y más populares, ganando en espectacularidad. Se convirtieron en lucrativos negocios, porque se empezó a cobrar entrada, y el espectáculo incluía otras competiciones, como la lucha libre, el tiro con arco o ballesta, o incluso el tiro con honda. La celebración de estos ejercicios fue continua durante toda la Edad Media. Si en un principio la finalidad de estos combates era puramente gimnástica, pronto se darían cuenta de que servían para ganar honra y fama. Además a los ganadores les suponía un interesante incremento de ingresos, ya que, aparte del premio en sí, la costumbre era que el caballo y las armas del derrotado pasaran a ser posesión del ganador. En la Edad Media prevalecían las ideas caballerescas sobre otro tipo de circunstancias, es decir se cumplía el lema siguiente: Dios, mi rey y mi dama
Los torneos eran a la vez muestra del espíritu caballeresco y ejercicios o juegos militares en tiempos de paz.
LA CAZA En los bosques había animales salvajes y peligrosos, como el lobo y el oso. Los habitantes de los pueblos medievales se alimentaban de la caza. Si los reyes reservaban el noble ciervo como objeto de la caza y para aprovisionar su mesa, había otros animales y aves que caían víctimas de las flechas y celadas de hombres más humildes. Gradualmente, aquellas reservas que parecían inagotables comenzaron a evidenciar signos de empobrecimiento y hubo que hacer esfuerzos para reorganizar la economía, criar animales cuya carne estaba destinada al consumo, utilizar piedra en lugar de madera y valorar la caza situándola fuera del alcance de la gente común. Así fue cómo la caza fue ocupando un lugar distinguido y cómo se convirtió en un deporte reservado a aquellos que observaban sus rituales y un nuevo tipo de relación entre los hombres y las bestias.
En todo tiempo ha sido la caza actividad del hombre, ante la necesidad de defenderse de algunos animales y la de alimentarse.En la Edad Media se generalizó la caza con el empleo de perros, caballos y el halcón, que se puso de moda. En el siglo XII se organizó la caza, estableciendo como privativo de los nobles el derecho de cazar.
La caza era la manera de mantener en forma tanto al caballo como al jinete y estar así dispuestos para la acción militar. Aparecen los primeros tratados cinegéticos. Se escriben los primeros estudios de veterinaria, cría y selección de animales. Por el contrario, la pesca con caña no era considerada como una práctica noble o interesante y sólo las clases humildes la realizaban para subsistir.
LA CETRERÍA
El origen de la cetrería, como sistema de caza tomando como auxiliares a las aves rapaces ( halcones), no se usó en la prehistoria dado que la abundancia de caza la hizo innecesaria. Se piensa que nació como recurso en zonas desérticas y según autores clásicos como Aristóteles o Plinio es probable que el inicio de su práctica fuese en las estepas de Asia Central, y de allí pasara a Europa por el norte a través de los germanos y por el sur por influencia de los árabes. El uso del reclamo, es decir el ave que se amaestra para atraer y cazar otras aves, tanto en la España musulmana, como en la España cristiana, se convierte en poco tiempo en uno de los deportes favoritos de la nobleza feudal.
EL PUEBLO LLANO TAMBIÉN PRACTICA DEPORTE

También el pueblo llano practicó los deportes de pelota (el juego de la Palma, la Soule), la Lucha y los juegos de Tabladas y determinados lanzamientos que recordaban, sutilmente, el esplendor de los tiempos helénicos. Una especie de lanzamiento de martillo que practicaban las tribus nórdicas y una modalidad de lanzamiento de peso, son algunas de las actividades deportivas que tenía permitida la plebe, junto con unos concursos de corte de troncos, arrastre de piedras, soga-tira y otras modalidades deportivo-rurales, practicadas de forma esporádica. No obstante, y pese a que se tienen pocas noticias deportivas de la época, sí podemos hablar de unas carreras de patinaje sobre hielo -primero sobre patines de hueso y luego con cuchillas-, entre los escandinavos, y de distintas modalidades del juego de pelota, ya fuera a mano, con raqueta o con palas de diferentes pesos y formas. Los jugadores lanzaban la pelota contra la pared o se enfrentaban emulando el tenis actual Se practicaba al aire libre, en las plazas y en las calles, y la afición caló de tal manera que se extendió por todas las capas sociales Recordemos que Luis X de Francia murió, en 1316, por beber agua fría en el descanso de un partido de pelota.
La "soule" puede ser considerada como predecesora del rugby y del fútbol

LOS ESPECTADORES
Es en el siglo XII cuando empieza a haber evidencia de espectadores. Incluso se realizaban ambientaciones literarias para dar más espectacularidad al deporte.
Un público que aparece representado mostrando sus emociones frente al desarrollo del combate pero que no contaría con la presencia de las damas hasta mediados del siglo XII,
(…) Esta presencia jugará, además, un Importantísimo papel dentro de otra esfera, ya que en esos Juegos se experimentaba también la seducción del amor romántico.
La planificación de estos juegos y el ambiente de expectación y de apasionamiento durante el desarrollo del mismo eran muy grandes.
Estos juegos servían para reforzar la solidaridad y la personalidad de la comunidad. En los tumultuosos partidos de pelota de la época, público y jugadores tenían idénticos intereses locales y sociales. No existía relación ni juegos comunes entre estamentos sociales diferentes.
Las actividades “físico-deportivas” de este tipo contribuirán a la exaltación de las particularidades sociales y culturales.
LOS DEPORTES Y LA UNIVERSIDAD Desde un comienzo, las actividades físicas y los estudios universitarios estuvieron enfrentados de manera irreconciliable. En las primeras universidades medievales, los ejercicios físicos estaban excluidos. Los profesores, incluso los estudiantes, consideraban a la caza, las justas y torneos, como actividades indecentes. Hasta la danza no tenía ningún prestigio; los juegos de pelotas o palos se los consideraba en el ámbito universitario como insolentes. Se consideraba “estudiante perfecto” a aquel que tuviera rechazo por toda actividad física, recreativa o que produjese diversión. Sin embargo tenían el atractivo de lo prohibido.El deporte fue un elemento importante en la vida del medievo, una forma cultural propia que se manifestó en las muchas canciones de los juglares que narran incidencias de estas actividades y enaltecen a los héroes de las mismas.
Fuentes:





8 comentarios:

Antonio Martínez dijo...

Espectacular post. Parabéns.

Ana dijo...

Mil gracias y más vacaciones felices...aunque algo pasadas por agua.

Anónimo dijo...

ah, hola, me encontre con este blog por casualidad así que me dio curiosidad y comence a leer,me gustó mucho, no soy muy conocedora del arte pero nunca esta de mas aprender algo nuevo, me gusto sobre todo este articulo en particular ja ja ja y me encantaria que hicieras una entrada acerca de las mujeres y su influencia dentro de la literatura, ja ja ja y si ya hay una entrada así, pues tendre que buscarla entre tantas que hay. Nos vemos

Ana dijo...

¡Hola! Bienvenida a mi blog. Me alegra que te guste.
En relación con la entrada que me sugieres, he de decirte que lo mío no es la Literatura, aunque me gusta mucho. Tendrás que buscar en otro blog.
Si, he realizado una presentación sobre mujeres creadoras en el Arte que está enlazada en mi blog.
Saludos

Anónimo dijo...

Hola, me encanta su blog buena información y buenas presentaciones.

la Edad Media una epoca oscura pero muy bien ilumniada por usted.

Ana dijo...

Gracias por su comentario. Espero que mi blog siga manteniendo su interés.

Rolando ÝÑIGO-GENIO dijo...

Excelente información....

Mirian dijo...

Que tipo de vestimenta y armas uzaban???

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