miércoles, 20 de junio de 2012

ALEXANDER DEINEKA: REALISMO SOCIAL

A lo largo de la historia del arte son muchos los momentos en que la creación artística se convierte en vehículo de propaganda política, religiosa, de exaltación de la personalidad individual o colectiva. Nos hallamos entonces ante numerosas situaciones en que el artista no es plenamente libre y tiene que adaptarse a las prescripciones marcadas por los grupos de presión dominantes en cada  época y lugar. Grandes artistas como Miguel Ángel o Velázquez tuvieron que someterse a las imposiciones de sus mecenas, la Iglesia o la monarquía absoluta.
De algún modo, los artistas geniales supieron dar forma a los encargos con tal maestría que sus obras trascendieron a toda imposición.
Más tarde, ya en el siglo XIX, cuando los creadores se fueron librando de las imposiciones de los poderes dominantes, de sus mecenas, se encontraron con un nuevo condicionante, el mercado, cuyo sentido de la estética estaba condicionado por las normas del arte académico. El arte tuvo que luchar por emprender caminos nuevos.
El siglo XX trajo aires de libertad al arte, surgen las vanguardias, se rompe toda huella del academicismo pasado y se buscan nuevas vías para la creación. Ya no vale la mímesis pictórica. La fotografía comenzó a ocupar el papel de representación de la realidad que durante siglos se reflejó a través de la pintura y la escultura.
Pero en algún lugar, el arte estaba predestinado para convertirse en fundamental instrumento de exaltación ideológica utilizando la fuerza de la imagen. Para ello era necesario volver al realismo.
"Interrogatorio de comunistas", 1933







1917: LA REVOLUCIÓN RUSA
La Revolución Rusa marcará una nueva orientación estética oficial a los artistas, unas directrices y unas limitaciones censoras cuya finalidad no era otra que crear un arte revolucionario paralelo al nuevo gobierno. El arte reflejará las conquistas de la clase trabajadora, los logros del Partido Comunista y los éxitos militares del ejército. Surge un movimiento pictórico que vuelve de nuevo su mirada a la realidad: el Realismo Socialista. Uno de sus máximos representantes fue ALEXANDER DEINEKA (1899-1969), artista que compartió los objetivos del Partido Comunista pero que consiguió dar a sus obras un sello personal y diferenciador.



       "En los talleres nuevos", 1926

                           "Defensa de Sebastopol", 1942
"Donbass", 1947                 "Soberanía del koljós", 1934
El Estado se hace el socio comanditario y único juez de las obras de arte. Alexandre Deineka resuelve el problema más importante del arte soviético de la época: elabora la imagen del "héroe colectivo". 
                                   "As derribado", 1945

lunes, 4 de junio de 2012

LAS VANGUARDIAS HISTÓRICAS: AUGUST MACKE

"La joven de la chaqueta amarilla", 1913
En un pueblo del valle del Rhin, en Meschede, región de Westfalia, nace, en 1887, un artista cuya vida creativa será breve debido a su muerte temprana en 1914, en el frente de batalla, durante la Primera Guerra Mundial. Se trata de AUGUST MACKE. Interesado por la pintura, estudia en Bonn en la Academia de Bellas Artes y en Düsseldorf en la Escuela de Artes y Oficios. Su vida transcurre en Bonn y ocasionalmente en el Lago de Thun, en Suiza. También realiza algunos viajes a París, Italia, Holanda y Túnez.
August Macke. Autorretrato, 1906
Todos ellos marcarán su actividad artística  al tomar contacto con pintores de la talla de 
CezanneMatisse y Robert Delaunay en París en los primeros años del siglo XX. En 1910, a través de su amigo Franz Marc, conoce a Kandinsky y durante una época compartió la estética no-objetiva y los intereses simbólicos y místicos del movimiento expresionista Der Blaue Reiter ("El Jinete Azul").
La única obra expresionista concebida desde postulados más abstractos fue "La tormenta" realizada en 1911 y reproducida en el catálogo de la primera exposición del grupo Der Blaue Reiter: 

"La tormenta", 1911
Macke, frente a los demás artistas del grupo,  planteó la fusión entre forma y color en términos más plásticos que espirituales. 
El contexto histórico
Entre las últimas décadas  del siglo XIX y las primeras del siglo XX, en casi todos los países con un cierto grado de desarrollo industrial se puso de manifiesto un sentido del presente y un ansia de romper con los estilos del pasado. El contexto histórico en que vivió Auguste Macke fue un período especialmente innovador del arte alemán con el desarrollo del Expresionismo y la llegada de los sucesivos movimientos de vanguardia que estaban apareciendo en el resto de Europa.
¿Cómo es su pintura? 
Pintura tranquila, amable, alejada de rasgo alguno de agresividad y tensiones propiciada por su espíritu optimista. Sin prescindir nunca de la figuración, salvo en alguna ocasión excepcional, sus creaciones se basaron en la materialización de acciones estrictamente cotidianas a partir de las cuales logró la definición de un estilo propio. La fuerza del color es vital en su obra. El artista afirmaba: "Lo que más valoro es la observación del movimiento de los colores" 
Las obras de Macke son una síntesis de todas las referencias asimiladas e interpretadas desde una óptica subjetiva y personal. 
Tras unos primeros cuadros de corte impresionista y postimpresionista, integró en su pintura aquellos aspectos que más le interesaban de las vanguardias:













"Naturaleza muerta con begonia, manzanas y pera en agosto"
EL FAUVISMO a partir de la obra de Matisse que conoció en París en 1910. Las palabras de Matisse sintetizan el objetivo de este movimiento que consiste en "trasponer los sentimientos en forma de color"
"Retrato de su esposa con sombrero", 1909
"Casa de Staudach en Tegernsee.", 1910
Como afirma Hauser, los grandes maestros independientes desde un principio frente a sus predecesores… “los jóvenes titanes y rebeldes, los precoces y autodidactas, se expresan primeramente en el lenguaje formal de la vieja generación. Esencial y decisivo para el papel de la convención en la historia del arte es que también la oposición tiene que servirse de los medios de expresión de las direcciones que combate para llegar a la formulación de sus objetivos e ideales.”
También Macke comienza su incursión en el arte mirando hacia atrás, evocando la obra de impresionistas, postimpresionistas y fauvistas. Incluso un puntillista como Seurat y  su obra "Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte" le inspira en sus cuadros expresionistas de paseos por el parque.












"Dama con chaqueta verde", 1913
EL EXPRESIONISMO ALEMÁN: en 1911 fundó, en Munich, junto a Franz Marc, Klee, Kandinsky y Alexey von Jawlensky, la asociación expresionista Der Blaue Reiter ("El jinete azul“) , grupo que celebró la primera exposición ese mismo año.
Estilo surgido en Alemania que trata de dar al espectador una visión de los sentimientos del artista. Forma, color y textura están al servicio de esa transmisión de los estados de ánimo del autor. Supone el inicio de la pintura abstracta en sentido estricto ya que se desvincula por fin del referente. Es una pintura subjetiva que deforma y exagera.
La  meta de esta pintura es "hacer vibrar la secreta esencia de la realidad en el alma, actuar sobre ella con la pura y misteriosa fuerza del color liberado de la figuración naturalista" Marío de MicheliLas vanguardias artísticas del siglo XX
"Húsares al galope", 1913 
“Húsares al galope” nos muestra el fuerte impacto de la simultaneidad futurista en la pintura de August Macke. 
La imagen de jinetes en acción era un motivo especialmente apreciado por los futuristas, que en su manifiesto se referían al galope de los caballos con las siguientes palabras: «Por culpa de la persistencia de la imagen en la retina, las cosas en movimiento se multiplican, se deforman, sucediéndose, como si de vibraciones se tratara, en el espacio que recorren. Así, un caballo a la carrera no tiene cuatro patas, sino veinte patas, y sus movimientos son triangulares.» MUSEO THYSSEN
Aunque participó en las exposiciones de “El jinete azul”, Macke se mostró distante y opuesto a los planteamientos y supuestos teóricos y especulativos que manifestaban sus compañeros. 
El expresionismo perseguía hacer emerger la realidad interior, aunque para ello hubiese que deformar hasta el extremo la fachada externa.
Macke se aleja del dramatismo que la época convulsa del primer tercio del siglo XX  imprimió en la obra de los demás artistas expresionistas. Así podemos observar en el cuadro "Muchachas bajo los árboles" el tono alegre y distendido de una escena cotidiana.







Para Macke, la materialización de las emociones, la exteriorización íntima de sentimientos debía realizarse a través de la concreción de imágenes tomadas del mundo material, visible, cotidiano, El hombre expresa su vida en formas. Cada forma artística es la expresión de su vida interior.“Los sentidos son nuestro puente entre lo incomprensible y lo comprensible”.
"Gente que se encuentra"
"Camino soleado", 1913
"Muchacha con peces en un recipiente de cristal", 1914
"Formas coloreadas I-II-III", 1913
La abstracción
EL CUBISMO CROMÁTICO: el encuentro de Macke con Robert Delaunay en París en 1912, supuso una revelación para él hasta el punto de asimilar en su pintura los principios del Cubismo cromático -Orfismo- del artista francés. Así sus ”Escaparates de Tiendas” pueden ser considerados una interpretación personal de las ”Ventanas” de Delaunay, combinadas con las imágenes futuristas que vio en Italia. 
"Tienda de modas", 1913
TÚNEZ, EL COLOR Y LA LUZ
En su etapa final muestra una serie de acuarelas en las que al color, protagonista en sus obras, se une la luz  del norte africano, del  ambiente exótico de Túnez que tanto le atrajo cuando lo visitó con Paul Klee en 1914. Ambiente en que se mueven unos personajes anónimos cuyo rostro se reduce a una simple mancha de color. Formas muy simples con volúmenes básicos.






























"Kairuan III", 1914
 “El color me posee, no tengo necesidad de perseguirlo, sé que me posee para siempre… el color y yo somos una sola cosa. Soy pintor”. 
Auguste Macke
"En el bazar", 1914
"El Café Turco", 1914
"Vista de una calle", 1914
El estallido de la Gran Guerra pareció dar un final brutal a lo que era en ese momento el movimiento de vanguardia más importante de Alemania, pero su influencia continuó imparable e inspiró a generaciones enteras de artistas internacionales a crear utopías similares.
“El pueblo de Alemania, embriagado por las ideas de victoria, no sospecha lo terrible que es la guerra”. August Macke.
De hecho la carrera de Macke fue interrumpida bruscamente por su temprana muerte en 1914, en el frente de batalla. Entre sus últimos cuadros se encuentra esta escena en los andenes de una estación antes de la salida del tren que llevará las tropas a pelear.
"Despedida", 1914
Lo llamativo y meritorio es observar cómo los cambios de estilo del artista se producen en una vida tan corta (vivió 26 años) y cómo logró crear un arte tan personal que uno, al contemplar una gran parte de su obra, pueda reconocerla como “un Macke”.

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