domingo, 31 de octubre de 2010

LA PINTURA EN LA POESÍA DE ALBERTI

"La primera vocación de Rafael Alberti fue la pintura, patente ya en sus primeros años cuando en El Puerto de Santa María dibujaba los barcos que hasta allí llegaban. 
Pero su auténtico descubrimiento de la pintura se produce en 1917, cuando, por motivos familiares se traslada a Madrid y entra por primera vez en el Museo del Prado, al que años más tarde desde su destierro argentino rendirá homenaje en uno de sus libros mayores: A la Pintura, dedicado a Picasso.
En él quedará plasmado no sólo su deslumbramiento hacia la pintura y hacia uno de los museos más bellos del mundo, sino también su minucioso conocimiento de las escuelas pictóricas, las técnicas y procedimientos utilizados, el estilo de cada pintor.


Sin abandonar del todo su vocación pictórica, su vida va abriéndose a lo que será el centro de su inspiración: la poesía. Ambas vocaciones las fusionará Alberti en la creación de sus "liricografías", en las que dibuja sus versos ("diérame ahora la locura / que en aquel tiempo me tenía / para pintar la poesía con el pincel de la pintura"). Debajo del poeta late siempre el pintor y viceversa. Su poesía es plástica, llena de color, luminosa como su pintura. Antes de escribirla, según él, tenía que verla dibujada. Y su pintura tiene todo el lirismo de sus versos, el ritmo de sus composiciones métricas. Picasso, en un dibujo que le regaló, le puso la siguiente dedicatoria: "Del poeta Pablo Picasso al pintor Rafael Alberti". Fundación Rafael Alberti

                                          
                   
              RAFAEL ALBERTI: El juego de la Oca-Toro, 1973.
Poemas a los genios del postimpresionismo
A través de la expresión sintética de la poesía, Alberti nos muestra la dificultad con que Cézanne se enfrenta al investigar nuevas formas de creación en las que los valores geométricos se imponen como uno de los elementos esenciales de la pintura.
A CEZANNE, precedente del cubismo, le dedica el siguiente poema.
 "Los jugadores de cartas"                  

                                "Naturaleza muerta con manzanas"
       "L'Estaque"                    
GAUGUIN centrará su actividad creadora en la expresión del color. El color y la luz de los mares del sur, de su refugio tahitiano, de su pequeño paraíso.
Su obra abrió el camino al fauvismo.
Alberti la describe así:
"El caballo blanco", 1898
                  "Felicidad"                            
"Tahitianos"
VAN GOGH, el artista atormentado, de enorme creatividad, un genio innovador que mostro a través de su obra una extraordinaria fuerza expresiva, precedente del expresionismo, será objeto también de la poesía de Alberti:
                                              "La cosecha"
      "En el umbral de la eternidad"
"El sembrador"


"Noche estrellada"
Dejo estas bonitas presentaciones de pimares que recrean con imágenes tres de las poesías del libro "A la pintura"
  

  
  

4 comentarios:

O Curioso Impertinente dijo...

Unha moi boa entrada, Ana.

Xa se comentou noutro apartado deste blog que Alberti dicía que el non facía diferencia entre a poesía e a pintura. A súa obra, nun campo e no outro, dalle a razón.
Esta idea da conexión entre pintura e poesía, que está cada vez máis extendida, ven de vello e antonte topeina en Casanova, nas súas memorias: "Era un home ambicioso de gloria, gran traballador, ciumento e enimigo de todos os pintores contemporáneos que podían pretender ter un mérito igual ó seu, e estaba equivocado, porque, anque gran pintor no que fai ó colorido e ó debuxo, non posuía a primeira parte necesaria para calificar a un gran pintor: a invención.
-Exactamente igual -díxenlle un día- que todo gran poeta debe ser pintor, todo pintor debe ser poeta.
E el tomou miña sentencia polo lado malo, porque pensou erradamente que non a pronunciara máis que para reprocharlle a súa limitación."

Casanova referíase, por certo, a Anton Raphael Mengs, pintor naquel momento de Carlos III.

Ana dijo...

Como siempre, tus aportaciones resultan muy interesantes.
Tiene razón Casanova al aludir a la imaginación como elemento esencial en la creación. El manejo de la técnica es importante pero sin la invención, el resultado queda limitado a ser una mera representación que puede resultar perfecta, eso si, pero sin la fuerza anímica tan vital en un artista.

Sobre el arte en época de Carlos III tengo varias entradas en el blog de Historia:
http://unlugarparalamemoria.blogspot.com/2009/11/la-historia-traves-del-arte-carlos-iii.html
Saludos

PACO HIDALGO dijo...

Completísimas estas dos entradas sobre la influencia de la pintura en estos dos escritores: Alberti y Félix de Azúa. De Alberti si conocía que su gran vocación frustrada fue la pintura y, de hecho, pintaba muy bien. Buen fin de semana, Ana.

Ana dijo...

Gracias,Paco.
Los dos libros, desde perspectivas muy distintas, son estupendos.
Buen fin de semana a ti también.

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