martes, 7 de octubre de 2008

EL ARTE Y LA GUERRA: ¿TESTIMONIO, DENUNCIA, PROPAGANDA, ESPECTÁCULO, BELLEZA…?

…“Durante la mayor parte de la historia, el arte de guerra ha sido de conmemoración, de exaltación, de mitificación. Un arte fundamentalmente político, alejado de la cruda realidad del combate, que trataba de atemperar u ocultar la dura experiencia de la guerra con la exaltación de los héroes, la magnificación de las victorias, la consagración de reyes y emperadores, el enaltecimiento de las patrias. Aunque a partir del Renacimiento empieza a abrirse el ojo crítico, hay coincidencia en señalar a los Desastres de la guerra de Goya, creados entre 1810 y 1816, como una de las primeras representaciones de la guerra que abandona la clave de lo heroico. Y sólo en el siglo XX, con las guerras de masas, empezarían a adquirir verdadero protagonismo el soldado raso, el ciudadano anónimo y las víctimas civiles. De modo que, en cierto sentido, el arte de la guerra es un arte propio del siglo XX, que no en vano ha sido uno de los siglos más sangrientos de la historia y que ha visto además cómo las víctimas civiles de los conflictos bélicos crecían exponencialmente al tiempo que disminuían las víctimas uniformadas. Y, sin embargo, costará mucho que la crueldad y la sordidez del campo de batalla encuentren expresión por la vía del arte”... JOSEP RAMONEDA: “La prueba de la guerra” Artículo en Babelia. El País, 27-IX-2008

A LO LARGO DE LA HISTORIA, LA GUERRA NO HA DEJADO DE SER OBJETO DEL ARTE


Respecto a la relación de arte y guerra existen presunciones que afectan a la esencia del arte.
Primera:

el arte y la belleza no son incompatibles con el mal.
Segunda:

el arte no es garantía de verdad ni de conocimiento, puede ser un instrumento de ocultación.
Cuestiones que en situación de guerra adquieren toda su radicalidad. Por eso es tan compleja la relación entre la guerra y el arte.

EL BOMBARDEO DE GUERNICA
La vergonzosa razón fue probar en fuego real los nuevos aviones y su armamento ante la aproximación de la Segunda Guerra Mundial.
Para explicar lo inexplicable, Franco en una delirante declaración echó la culpa del ataque a los republicanos que así habrían conseguido una excusa, bombardeando una ciudad de su zona, para poder acusar a los nacionalistas de Franco. Ni que decir tiene que este argumento no fue tomado en consideración por nadie.
El horror que causó este episodio fue muy alto en la opinión pública internacional, no sólo por el sacrificio absurdo de inocentes, sino, sobre todo, por ser la primera vez en la historia en que se atacaba desde el aire una ciudad. En poco tiempo, ciudades inglesas, alemanas y japonesas serían borradas del mapa con ese método.
Este tipo de desastre masacraría a millones de personas inocentes y dispararía la cifra de bajas hasta extremos escandalosos.
En el siglo XX la guerra ha dado muchas vueltas: empezó con las guerras de masas y terminó con las llamadas guerras limpias (limpias para el atacante que actúa sólo desde el aire), las guerras privatizadas, las guerras terroristas y antiterroristas. Pero el punto de inflexión del siglo, la II Guerra Mundial, llenó de interrogantes al arte. ¿Se puede representar el horror máximo, la última sala del infierno, las duchas de Auschwitz? ¿Puede representarse a las víctimas sin caer en la profanación? Ambas cuestiones se mueven en este extraño territorio de lo sagrado, es decir, de las cosas que merecen protección más allá de la razón. Aunque la radical verdad del exterminio sólo pertenece a las víctimas, probablemente sólo el arte -la literatura ha hecho más que nadie por ello- puede impedir que el horror derive en espectáculo.
ÁNGELES GARCÍA: “Artistas en combate”. Babelia, EL PAÍS. 27-IX-2008


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11 comentarios:

Antonio Martínez dijo...

Fantástica e argumentada entrada. Parabéns

Anónimo dijo...

Moi interesante e moi completo, Ana, este "post", se é que se di así. Tamén deixei unha aportación no de van Gogh. Un saúdo.

Anónimo dijo...

Apreciada amiga
No voy a alabar tu excelente quehacer logístico ni tu exquisito gusto artístico, sino fuera así no estaría escribiendo este comentario. Antes de continuar, y debido a mis escasos conocimientos artísticos, confieso mi incompetencia para juzgar una obra de arte. Oso escribir estas palabras porque estos textos me recuerdan las opiniones de un escritor que leo desde el año 1992. Arturo Pérez-Reverte reflexiona sobre la guerra en una de sus últimas novelas, “El pintor de batallas” (2006); lo había hecho antes en “El húsar” (1986) y en “Territorio comanche” (1994), pero en estas dos primeras disertaba sobre la inmoralidad intrínseca de la guerra, y la mayor o menor moralidad de los periodistas que informan sobre ella. La novela más reciente plantea con toda crudeza el problema de la relación entre la guerra y el arte; el protagonista, fotógrafo de guerra, persigue el arte (y por tanto lo bello) en una guerra, en la que se encuentra la antítesis de la hermosura, sin reflexionar en sus consecuencias. ¿Piensa el fotógrafo, o el pintor, que la foto o el retrato que identifica a un ciudadano anónimo sirve para que sus enemigos puedan tomar represalias sobre su familia? ¿Cuántos convierten el horror en espectáculo, que juzgo es una inmoralidad?
Aventuro una opinión. El periodista o el artista, ante la tragedia bélica, puede adoptar dos actitudes: o bien trata de objetivar los sucesos y se convierte en un inmoral (con todo lo que supone); o toma partido y entonces pierde objetividad. Y entiendo al artista (Goya toma partido y denuncia la barbarie), pero no perdono al informador; por todo esto sostengo que los horrores de la guerra no pueden ser comunicables.

Saludos afectuosos de
Epi

Patricia Kalevala dijo...

Que currado está o blogue. Parabéns, mola moito.

Ana dijo...

Gracias por tu comentario, Epi.
Sobre tu desconocimiento acerca del arte, pienso que uno se puede acercar al mundo de la creatividad desde cualquier posición y eso permite una multiplicidad de perspectivas, de puntos de vista, que enriquecen la interpretación de la obra de arte.
El arte no es solo técnica, es mucho más. De hecho hay muchos artistas autodidactas que nunca estudiaron la Historia del arte, que tienen pocos conocimientos históricos o mitológicos, pero que poseen la capacidad de mirar a su alrededor y dentro de sí mismos para extraer ideas y expresarlas.
Es cuestión de que la obra te sensibilice, te emocione, te comunique. Como todo arte es forma y contenido. Uno tiene que aprender a mirar…y eso supone dedicación y observación.
De todas formas hay algo que envidio a las personas de ciencias: podéis acercaros con relativa facilidad al mundo de las letras, cosa muy difícil si se intenta en el sentido contrario.

Respecto a la relación de fotoperiodismo y guerra, o de arte y guerra nos encontramos en un terreno delicado. Creo que es difícil ser objetivos cuando presenciamos la violencia y su origen.
Pienso que el reportero gráfico y el artista no deben quedar callados ante la barbarie, mostrarla a través de su obra sirve para despertar las conciencias, inquietarlas y provocar reacciones frente a cualquier tipo de agresión. Hay imágenes que se quedan grabadas en la retina y nos hablan de la crueldad de la guerra ( fotos de una belleza trágica, sobre la guerra de Vietnam, los fusilamientos del tres de mayo o los grabados de Goya…).
Creo que a esa parte del mundo que vivimos en un estado de bienestar nos viene bien, de vez en cuando, que espoleen nuestras conciencias con ese tipo de imágenes para que nos decidamos a tomar partido.
La ocultación de la realidad creo que es tan inmoral como la utilización de la imagen de un modo morboso, buscando el espectáculo.
Un saludo Epi y ¡hasta el lunes!

Ana dijo...

onirik, me alegra que te guste mi blog porque puedes ir familiarizándote con este mundo interminable que es el arte y para el próximo curso te puede ser muy útil.
Pronto haré un comentario en el tuyo.
Saludos y hasta el lunes.

Anónimo dijo...

Esta muy bien el blog.
Pal proximo año supongo que cogere
arte.

Saludos

Ana dijo...

Veo que te has animado a formar parte del enorme grupo de "blogueros". ¡Enhorabuena!
Con respecto al Arte, no tendrás más remedio que estudiarlo porque en el bachillerato de letras es obligatorio. Pero aprenderás cosas muy interesantes...
Hasta muy pronto

clariana dijo...

Me gusta mucho esta relación de citas de pintores y lo comentado al lado sobre las guerras. Pienso que es importante que se denuncien y que las personas tomemos conciencia de todo lo que representan, y no nos creemos una muralla de afectaciones a la sensibilidad.
Me ha quedado una duda con Delacroix, quisiera saber que piensas tú sobre sus cuadros sobre la guerra, yo admiro a este pintor por diferentes motivos y no acabo de entender lo que has querido expresar. Gracias y un saludo

Ana dijo...

A mi también me gusta Delacroix y este cuadro especialmente, reflejo de las ansias de libertad del espíritu romántico.
Es un ejemplo claro de exaltación de las revoluciones burguesas del siglo XIX y por lo tanto tiene un valor que va mas allá de lo artístico. Los distintos grupos sociales representados en el cuadro tienen un deseo común: dejar atrás el Antiguo Régimen y abrir paso al liberalismo.
En la obra hay una exaltación no solo de la libertad sino de Francia como nación. Es una obra con claras referencias históricas y simbólicas y con una gran fuerza expresiva.
Quizá la colocación del texto de Ramoneda bajo la imagen lleva a equívocos. Esa no era mi intención. Precisamente lo situé al principio de la entrada para mostrar que el arte es una magnífica vía de comunicación y de compromiso en la lucha por la libertad. Un saludo

Trabajos del actor Jorge Pedraza dijo...

Creo que la relación entre el arte y toda actividad humana es muy profunda. Es importante partir desde un concepto de Arte. Y también de estética: por ejemplo, en lo personal pienso y adhiero plenamente a la idea de "que es una forma de ver el mundo". Si el artista puede atravesar la niebla de los tiempos y poder retratar, como en una instantánea en el espejo, que nos sorprende devolviéndonos nuestra imagen..entonces no cabe la moralidad. No aprecio que la gente use el arte para plantar su reflexiones éticas. Que me guste o no me guste la guerra, esta por fuera del discurso.Si pensamos la relación entre arte y guerra, o la relación entre el arte y la religión, o entre arte y poder, veremos que estas actividades están en la mas profunda esencia humana y el arte da cuenta de ello. No es mi intncion plantarme en posiciones rigidas sino mas bien generar un dialogo. Gracias¡

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