martes, 5 de mayo de 2009

ROBERT Y SONIA DELAUNAY: COLOR Y RITMO

DEL CUBISMO A LA ABSTRACCIÓN
"El cubismo había amputado abusivamente al arte de algunos de sus recursos esenciales. El color en primer lugar. ¿Qué temía en él? El abandono de las exclusivas directrices mentales y una apertura hacia lo que más podía turbarlas, la vida libre y dinámica. El cubismo había hecho su elección y la había querido rotunda; había dejado al hombre el derecho de ejercer una sola de sus posibilidades, la que corresponde al pensamiento organizador y razonador; había excluido todo lo que participa de las capacidades sensibles. Había escogido la forma y por ello había renegado del color; pero la forma le llevaba a no concebir ya más que el espacio y a proscribir todo lo que recordara la duración, esa dimensión natural de la vida. Las propias formas no podían ser más que estáticas, permanentes, y debían ignorar el movimiento que introduce en ellas las pulsaciones de la actividad, es decir de nuevo la presencia de la vida.Tal ostracismo era contrario a la naturaleza humana, e insostenible. Desde 1913 se vio a los cubistas renunciar progresivamente al ascetismo intransigente de los pardos, de los crudos y de los grises y dar lugar al color. No obstante, lo asociaban estrechamente a la forma y jugaban con él, como con la forma, imponiéndole una especie de contrapunto que hacía alternar los tonos fríos y los tonos calientes, las exhibiciones iguales y las aplicaciones rotas por puntos, rayas, etc.
Todas estas manifestaciones, trátese de cambios sobrevenidos en la manera de los cubistas mismos o de tentativas y doctrinas nuevas, marcaban la reacción de
una tendencia que acababa de abrirse paso en Francia y en el seno del propio cubismo, hacia 1911 y 1912, bajo el impulso de Robert Delaunay. Apollinaire se sintió lo bastante impresionado para otorgarle un amplio lugar en sus "Pintores cubistas" aparecidos en este último año; le asignó el nombre de «orfismo»,
y para evitar romper la unidad del grupo, no quiso ver en aquél más que una de sus manifestaciones. De hecho estaba clara la ruptura. André Warnod, al saludar en los Independientes de 1913, la eclosión de una nueva escuela, la escuela órfica», concretaba: «mientras el cubismo tiende al dibujo integral, el orfismo es una búsqueda del color puro. Frente a los cuadros cubistas, generalmente de tonos neutros, los cuadros órficos serán deslumbrantes de colores».Robert Delaunay ha sido justamente descuidado durante muchos años antes de serle concedido, bastante recientemente, el eminente rango a que tiene derecho. Había pasado en sus comienzos por el neoimpresionismo y en él había adquirido el respeto por la luz-color. En 1911 se alineó al cubismo y participó en la famosa sala 41 de los Independientes. De esta adhesión pasajera conservó siempre el gusto por las estructuras: no le interesaba la geometría exterior de los volúmenes, sino la armadura interna y su tensión. Sus primeros esfuerzos lo llevaron hacia el estudio del arte gótico, y en 1906 estudiaba las torres de Laon. Dos años más tarde se dedicaba a Saint-Séverin y a sus bóvedas ojivales.

La energía llama a la intensidad y su expresión habla menos al intelecto que a nuestros nervios, a los que hace vibrar. El color y la luz no son más que su apariencia visible. La serie de las Ventanas que sucedió en 1912 acusa la obsesión que crecía en él: el espacio libre donde vibra la claridad y donde estallan los tonos. El impresionismo le había abierto el camino de este descubrimiento. Delaunay asocia entonces la luz-color al principio sicológico correspondiente, que es el lirismo, tan duramente reprimido por el cubismo y cuya renovación explica el apelativo de «cubismo órfico» hallado por Apollinaire. Es preciso que la energía tome forma; ya no será ésta la que se adapte a la estabilidad inmóvil, sino el torbellino irradiante de los círculos de 1913.

 Al mismo tiempo dio el salto. Pasó también por la vertiente puramente abstracta de la pintura. Pero si se compara su descubrimiento con el de Mondrian, se ve separarse desde su origen a las dos abstracciones: la geométrica buscando lo absoluto de las divisiones inmutables que va a cultivar el holandés, y la dinámica, que no es más que vibración, estallido, rotación; esta última aparece con Delaunay. De allí pasó a la torre Eiffel por un entendimiento adivinador del vínculo muy real, pero todavía desconocido entonces, que vincula la nueva arquitectura de hierro a los arcos pujantes de las viejas naves. Y es que él percibía ya la llamada del principio nuevo, que es, como hemos señalado varias veces, la clave de todo nuestro tiempo: la energía.                                                                       Incluso en los temas figurativos que había tratado en la misma época, no había abandonado su obsesión por la energía en acción, puesto que los había tomado de los deportes, el del motor humano y el del motor mecánico: la carrera, el fútbol o el avión ("El equipo de Cardiff" o "El homenaje a Blériot"). ¿No pintaba Gleizes en el mismo momento "El fútbol", presentado en los Independientes de 1913, y La Fresnaye "La conquista del aire"?
Al dar así bruscamente libre curso a la virulencia explosiva de las formas-colores puros, Delaunay liberaba a la pintura de las construcciones petrificadas del cubismo, del que sin ambages se declaraba «heresiarca». Él mismo precisaba lúcidamente dónde radicaba el conflicto con sus «camaradas que habían desterrado los colores de su paleta, lo cual la había privado de todo elemento móvil», señalando su plena conciencia del vínculo existente entre el cromatismo y el movimiento. Sus adversarios, no percibiendo el boquete que abría hacia el porvenir, veían en él un retrasado: «Se me acusaba de volver al impresionismo». Eterno malentendido, según el cual quien presiente el porvenir parece un retardatario.
El cubismo había vuelto a situar en Francia el centro creador del arte moderno. Sin embargo, no se puede seguir el encadenamiento de sus evoluciones sin hacer intervenir lo que pasaba en el resto de Europa. Incluso se puede preguntar si la reacción contra el cubismo no se apoyaba en fuerzas despertadas en el extranjero. Desde que en Alemania el expresionismo, con todos sus progresos, había respondido al fauvismo francés con una aportación autónoma, se habían multiplicado las relaciones más allá de las fronteras. ¿Acaso Delaunay no había sido incitado a su revolución más que por los recuerdos de sus comienzos postimpresionistas? Hay que observar que trabajaba en estrecha colaboración con su mujer, Sonia Delaunay, procedente de Rusia y que se llamaba Sonia Terk cuando se casó con él en 1910, luego de haberse conocido en casa del crítico Uhde. Ella aseguró la transición de sus nuevos descubrimientos al terreno de las artes decorativas. En 1913, creó telas con coloridos «simultáneos» cuya aportación fue asimilada con motivo de la Exposición de artes decorativas de 1925 donde fue muy señalada.
Pero Sonia Delaunay había transmitido a su marido un eco directo de lo que ocurría en su país de origen. Pues Rusia ha desempeñado un papel considerable en los destinos de la escuela moderna, y esto especialmente por un sentido del color debido a la continuidad jamás interrumpida de su arte popular".RENÉ HUYGUE: "El arte y el mundo moderno".

     "El mercado", 1905


1905-1909: DIVISIONISMO E IMPACTO FAUVE
Las primeras obras de Robert Delaunay muestran una gran influencia de Seurat, pero su estilo propio fue evolucionando y, tras una breve etapa fauvista, pasó a un estilo de formas geométricas y colores monocromáticos propios del cubismo analítico y, hacia 1912, con su serie "Ventanas", comenzó a desarrollar arte abstracto de formas circulares y colores brillantes que sería denominado orfismo.
 



1910-1914: UN PROYECTO EN COMÚN
En 1910 se casa con Sonia Terk. A partir de este momento se inicia la aventura artística y personal conjunta. El ansia de modernidad, que anida en los dos, precipita sus investigaciones y les incita a expresar, mediante el color, las nuevas sensaciones que los avances técnicos despiertan en la sociedad.
En el Salon des Indépendants de París de 1910, las pinturas en series que presenta Robert Delaunay se centran en tres temas: la ciudad, la torre y la iglesia. Desde 1912 abandona el cubismo, con sus formas geométricas y colores monocromáticos, para embarcarse en un nuevo estilo, el orfismo, que se centra en las formas circulares y en los colores brillantes. Comienza su pintura del color "puro" en la serie de "Ventanas".1915-1921: EL PERÍODO IBÉRICO
El estallido de la Primera Guerra Mundial sorprendió a los artistas cuando veraneaban en España en compañía del pintor mexicano Diego Rivera. Hasta 1921 permanecerían nuestro país y vivirían en ciudades como Vigo, Madrid, Bilbao, Sitges o Barcelona. Durante su estancia, entraron en contacto con los círculos vanguardistas, por esas fechas especialmente activos gracias a la llegada de artistas como Picabia, Marie Laurencin o Gleizes, que como ellos habían buscado refugio en España. En 1917, coincidieron en Barcelona con la compañía de los Ballets Rusos de Diaghilev, para la que Picasso trabajaba en ese momento. Un año después, Diaghilev encargaría a Sonia el diseño del vestuario y a Robert el de los decorados, de dos de sus ballets: Football y Cleopatra. Como consecuencia de la revolución rusa de 1917, los Delaunay perdieron su principal fuente de ingresos y Sonia intensificó su labor como decoradora y diseñadora de modas, llegando a abrir la “Casa Sonia” en Madrid. Durante algún tiempo, las mujeres españolas pudieron lucir sus bellos diseños simultáneos, los mismos que en su día inspiraron el poema de Cendrars: "Sur le robe elle a un corps"...
Las visitas al Museo del Prado imprimen un giro en su actividad artística. La abstracción da paso a la figuración. Robert Delaunay realiza una serie de retratos inspirados en el San Sebastián del Greco y siete variaciones de “Mujer desnuda leyendo” Que evocan alguna de la obra de Rubens “Diana y Calixto”. El mismo Robert cita a Rubens como un especialista en el color
También pasan una temporada en Oporto (Robert realiza: “Naturaleza muerta portuguesa”, “Las jarras” y las “Mujeres portuguesas”; y Sonia las secuencias sobre el “Mercado en el Miño” en estilo naif).
Agobiados por el calor de Madrid, durante el verano de 1915 se trasladan a Portugal y se instalan en Vila do Conde donde conocen a un importante grupo de artistas vanguardistas - Eduardo Vianna, Almada Negreiros, José Pacheco, Souza Cardoso - representantes del futurismo en este país, cuyas luz y colores se verán reflejados en numerosas composiciones de temas de costumbres populares, mercados, jardines, etc. Se trata, según el propio matrimonio, de una época muy feliz que muy pronto se vio interrumpida por la entrada de Portugal en la guerra contra Alemania. Considerados como espías se trasladan a Vigo, más tarde a Valença do Minho y finalmente regresan a España en el otoño de 1917.
1922-1929: ÉXITO Y ART DÉCO
Estos años fueron de éxito para los artistas.
Robert realiza una segunda revisión de “El equipo del Cardiff” y una segunda serie de la torre Eiffel, en la que la geometría y la fragmentación de planos desaparece, para dar paso a una nueva dimensionalidad.
Pinta también varios retratos de sus amigos: “Retrato de Philippe Soupault con la torre Eiffel al fondo, los de Breton. Aragón, Iliszd, Tristan Tzara, Claire e Ivan Goll. Sonia se consagra en el mundo de la creación textil aprovechando el momento de sofisticación y lujo que acompañan al “art déco”.
El amor de Robert Delaunay por el ritmo y el movimiento le lleva a realizar varias series de cuadros basados en acontecimientos deportivos, como "Sprinters" (1924-1926), que culminaron en impresionantes obras abstractas centradas en el ritmo, como sus últimas series "Ritmos" y "Ritmos eternos".
1930-1937: EL SUEÑO DE UN ARTE TOTAL
Abrazó la abstracción, sin abandonar jamás su línea de experimentación, y hacia 1932 se adhirió al grupo Abstracción-Creación, habían llegado a la abstracción pura, al no objetivismo. En el grupo estaban artistas como Vantongerloo, Herbin, Kupka, Gleizes y Arp.
Desde mediados de los años treinta, participó en diversos proyectos de gran envergadura, de integración del arte pictórico en la arquitectura. Realiza también escritos teóricos muy influyentes entre sus contemporáneos, como el manifiesto "En la luz" que Paul Klee tradujo al alemán para "Der Sturm", con lo que consigue cierto renombre e interés por su obra en Alemania, que tiene como resultado la incorporación a colecciones privadas y museos.
En su génesis, su concepción artística no obedece a ningún capricho, aunque sí debe su utilización a las teorías y prácticas del color desarrolladas desde el impresionismo. El resultado final de esa actitud ante el mundo objetivo fue que, en definitiva, no era posible pintar de otra manera que la que determinaba la conjunción de puntos cromáticos, y que su teoría, el puntillismo, tenía que coartar en los límites de las formas, para no diluirlas en la atmósfera.
Delaunay se propuso superar el problema dimensionando los «puntos», como se hacía en los mosaicos bizantinos, hasta anular el referente. Eso le permitió dar el paso hacia las «Ventanas» cuya composición era una amalgama de perspectivas puntillistas superpuestas, «simultáneas», que acababan determinando una «construcción» estrictamente cromática. Las ventanas diluían el «motivo», al que siempre aludía Cézanne y que tanto quería preservar; pero la acción pictórica pura resultaba inexorable. Como, no obstante, hay cosas a las que no se renuncia fácilmente, Robert intentó retenerlas buscando la versión cromática que permitiera plasmar lo afectivo.
La obra de madurez de este artista, se define por el FUERTE COLORIDO que dota a sus cuadros, en los que explora nuevos conceptos estéticos, algunos de ellos derivados de su interés por la leyes constructivas que se utilizaron en la construcción de la arquitectura gótica.
Algo que se observará en uno de sus temas más reiterativos como es la Torre Eiffel, a la que pintó desde multitud de puntos de vista. Fue en el año 1909 cuando Delaunay empieza a pintar la torre, dotándola de un gran dinamismo al superponer en la superficie plana del lienzo distintas vistas de un elemento que impone su actitud hierática sobre el horizonte de la ciudad. Delaunay capta perfectamente el espíritu dinámico que representa una torre ejemplo de las técnicas ingenieriles más punteras del momento. Con esta serie, el artista empieza a devolver el protagonismo al color, algo que había negado el cubismo analítico, en cuadros que se convertirán en auténticos estallidos de color, elemento que utiliza para componer sus obras alejándose de los presupuestos analíticos mucho más racionales. Delaunay ensalza el lirismo del color puro. Logró plasmar el DINAMISMO con la simple superposición de colores complementarios: rojo-verde, azul-naranja- amarillo-violeta. Así fue articulando un estilo que el poeta Apollinaire acabará definiendo como Orfismo, aunque Delaunay prefería llamarlo SIMULTANEÍSMO.

SONIA DELAUNAY TERK
La primera etapa de la obra de Sonia Terk está muy influenciada por los postimpresionistas, en especial por Van Gogh y Gauguin, y por la pintura de moda a su llegada a París en 1905, los fauvistas. Pero su vida cambiaría radicalmente al conocer a Robert Delaunay con el que se casaría en 1910.Uno y otro, trabajando como un equipo, dieron lugar a una variante del cubismo, mucho más abstracto y colorista, que Apollinaire denominó “Orfismo”.
En París, ciudad donde reside a partir de 1905, pinta retratos y desnudos fauves. Su primera exposición personal tiene lugar en 1908. Sigue los caminos de la abstracción, y realiza un ciclo de lienzos y dibujos en los cuales los colores puros se vuelven planos que engendran formas para expresar el movimiento y la luz. Sonia aplicó esta misma plástica a la confección de telas, de la que se convirtió en una consumada especialista, hasta el punto de dedicarse con mayor interés al campo de la moda que al de la pintura durante sus años de casada. Especialmente cuando al comenzar la I Guerra Mundial, el matrimonio se queda a vivir en España, y Sonia aprovecha para confeccionar los trajes de los ballets de Diaghilev, e incluso para abrir una boutique en Madrid. Sus trabajos en este ámbito revolucionaron el diseño textil y de alguna forma le dieron la fama que no había alcanzado con la pintura. Desde 1913 hasta 1935, Sonia Delaunay, se dedica también a las artes aplicadas (cojines, chalecos, vestidos, pantallas) realiza encuadernaciones, tapas e ilustraciones de libros. Siempre fiel al color puro, exaltada por la ley de los contrastes simultáneos, realiza series, concibe mosáicos, vidrieras, tapices, decorados y vestuarios de teatro. Las carreras artísticas de Robert y Sonia Delaunay son inseparables pero sus obras respectivas llevan el sello de dos personalidades distintas.Por la armonía perfecta de su ilustración con la poesía de Blaise Cendrars, la obra La prosa del transiberiano y de la pequeña Jehanne de Francia” (1913) está considerada como una de las obras maestras en el arte del libro ilustrado del siglo XX.El modista Jacques Heim con ella crea “La Boutique simultánea” para la Exposición Internacional de Artes Decorativas (Paris, 1925). Sonia Delaunay es reconocida como la especialista en el arte de la vestimenta y de la influencia de la pintura sobre ella.
Siempre se ha considerado el inductor del Orfismo a Robert Delaunay, pero parece ser que fue un hecho un tanto casual el que dio lugar a este nuevo ensayo de expresión plástica, pues en realidad fue Sonia la que, al confeccionar una colcha para la cuna de su hijo con retales de colores que encontró por la casa, siguiendo el modelo que tantas veces había visto hacer a las campesinas rusas, se encontró con una muestra artística llena de formas y colores que realmente le inspiró. La colcha se convirtió en una referencia para el matrimonio, que a partir de ese momento inició lo que ellos llamaron Simultaneismo, y que los críticos denominaron Orfismo. Desde entonces, las obras de ambos se repiten en una misma línea de formas abstractas, predominantemente circulares y colores vivos llenos de fuerza expresiva.Sonia Delaunay muere en París en 1979.

Sería a la muerte de Robert, en 1941, cuando Sonia Delaunay volvería a reencontrarse con la pintura, sin dejar por ello de promocionar la obra de su marido con el que en muchas ocasiones se confundía la realizada por ella misma. Sus pinturas de este periodo no obstante varían algo su estilo anterior, inclinándose ahora por realizar guaches de formas más delicadas y sencillas, aunque sin perder nunca la alegría y la fuerza del color.
En 1964 ya expuso en el Louvre en una antológica de la obra de ella y su marido, y en 1975 pudo realizar una exposición individual en el mismo museo, siendo así la primera mujer que expuso en vida en el Louvre, sólo cuatro años antes de morir en 1979.

Sonia Terk fue una de las más importantes pintoras que desarrolló su vida y obra fuera de las fronteras del país. Sin embargo forma parte de la vanguardia Rusa y aportó al arte la definición de importantes movimientos en la década de 1910 a 1920, como el simultaneísmo y el orfismo, las últimas derivaciones del simbolismo, pero dentro de códigos y formas propias del mundo moderno.

Robert Delaunay formó un tándem artístico junto a su esposa, Sonia. El color fue la principal preocupación de este autor. Estudió las principales teorías sobre el color, como la del contraste simultáneo de colores. Podía desarrollar efectos de movimiento a través del contraste entre los colores. Él mismo decía: “El color es forma y tema; es el único tema que se desarrolla y se transforma por sí mismo, con independencia de cualquier análisis, psicológico o no. El color es una función en sí mismo”. En su obra se atiende a varios de los conceptos que más distinguen el orden del siglo XX de otros tiempos:
El primero es la velocidad que cambia la percepción de las formas. El segundo, lo más importante, el color, que es la esencia de las cosas, lo que permanece en la mente a través del cambio, lo que queda de esa realidad efímera.
ROBERT DELAUNAY: "Alegría de vivir" El recuerdo que dejan en la retina es el del triunfo del color, de la vitalidad y el optimismo. Pero detrás de todo ello existió un proceso de investigación filosófica y matemática. Su evolución responde a la búsqueda de una salida al hermetismo del cubismo analítico de la primera década de siglo, que se había vuelto oscuro y gris.
Su actitud responde a un espíritu rebelde anterior a la Primera Guerra Mundial. Siempre acompañado por Sonia, cuya obra es menos conocida, pero igualmente sorprendente y con grandes ejemplos en el campo del diseño gráfico y textil, y hasta su muerte en 1941, los cuadros de Robert Delaunay no perdieron la luz, la vibrante paleta y la elegancia cromática que le llevaron a dar uno de los primeros pasos hacia la abstracción pura.
El ritmo y el movimiento de sus obras, pioneras dentro de la abstracción, las convierte en un punto de referencia imprescindible para comprender la evolución artística del s. XX; así como su capacidad para representar la luz a través de un estudiado uso del color que se caracteriza por su brillantez e intensidad.La historia de los Delaunay, Robert y Sonia, comienza en 1910. En 1912 entrelazaron sus vidas y sus destinos artísticos hasta el punto de que, en muchas ocasiones, es difícil saber si estamos ante la obra de uno o de otro. Se convirtieron en referencia única para las vanguardias europeas. Su pintura supondrá una revolución en los círculos vanguardistas parisinos. Se les ha llamado orfistas, cubistas abstractos, simultaneístas... nombres que aluden a su interés por la música y las matemáticas aplicadas al color como único y gran protagonista de sus obras y como camino para alcanzar la pintura pura.
Robert Delaunay y Sonia Terk han estado injustamente olvidados durante mucho tiempo. Su pintura ni siquiera fue apreciada entre sus colegas más o menos afines. aunque en los últimos años se va reconociendo el papel esencial que desempeñaron en los comienzos y en el desarrollo de la abstracción pictórica.
Robert murió en 1941, sin poder tomar plena consciencia de que era un precursor del informalismo no expresionista. De difundir su obra y dar a conocer su alcance se encargó Sonia Delaunay reivindicando este papel precursor. Fueron la pareja artística más famosa de las vanguardias.
Fuentes:
René Huygue: "El arte y el mundo moderno"
"Descubrir el arte", artículo de Mª Teresa Ocaña: "Robert y Sonia Delaunay. Nov. 2000.

17 comentarios:

noon dijo...

Enhorabuena por esta magnífica entrada sobre dos pintores tan poco conocidos.
Saludos

Ana dijo...

Es mi pequeño homenaje a estos artistas que abren el camino al protagonismo del color en la pintura.
Color, luz y ritmo animan nuestra mirada...
Pronto incluiré más imágenes de estos artistas.
Saludos

Anónimo dijo...

Este blog es sensacional. Encontre mucha informacion valiosa aqui para un proyecto que tengo en la U.
Gracias

Ana dijo...

Me alegro mucho de que que mi blog te sirva de ayuda. Espero que sigas pasando por aquí.
Saludos

Lula Palacios dijo...

quisiera saber si tiene el contacto para pedir permiso para utilizar las últimas imágenes para el portal de una página de una universidad,
con quien deberia comunicarme?
saludos cordiales

Ana dijo...

Lo cierto es que esas imágenes las escaneé de algún libro de arte o revista, que cito al final, y no he solicitado permiso. Siento no poder ayudarla.
Saludos

Cami dijo...

Ana: Muchísimas gracias por este blog, me encantó! Me interesaría muchísimo leer el artículo que escribió Delaunay "sobre la luz". Alguna idea de cómo puedo conseguirlo? Gracias!

Ana dijo...

Hola Cami, en mi entrada he citado la bibliografía que empleé. Pero en internet encontré algún escrito de R. Delaunay sobre la luz y el color. Te dejo el enlace:
http://books.google.es/books?id=APHXhOy8gWoC&pg=PA72&lpg=PA72&dq=robert+delaunay+escritos&source=bl&ots=FqPDTz_nFt&sig=ZpOZdG8ibIMeK0daxdTh2_BjeRE&hl=es&ei=cA7kTafpAY-whAfexPzpBw&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=8&ved=0CE8Q6AEwBw#v=onepage&q&f=false

Gracias por tu comentario.Saludos

Arely dijo...

Muchisimas gracias por este blog, me sirvio muchisimo para ayudar a mi hija con su proyecto sobre Robert Delaunay, mi hija tiene 8 años su maestra esta introduciendola al mundo del arte

Ana dijo...

Aunque mi respuesta llega un poco tarde, quiero agradecer tu comentario.
Me alegra que mi trabajo te sirviera de ayuda. Esa es una de las funciones de este blog y ¡enhorabuena por esa maestra que intenta sensibilizar a sus alumnos en el mundo del arte!
Saludos

Anónimo dijo...

Creo que hay un error en el párrafo:

Al mismo tiempo dio el salto. Pasó también por la vertiente puramente abstracta de la pintura. Pero si se compara su descubrimiento con el de Mondrian, se ve separarse desde su origen a las dos abstracciones: la geométrica buscando lo absoluto de las divisiones inmutables que va a cultivar el holandés, y la dinámica, que no es más que vibración, estallido, rotación; esta última aparece con Delaunay.

Parece que dice que Delanuy se aparte de la A. geométrica y de la dinámica, pero añade que la a. Dinámica la crea él.

¿Podría aclararlo?

Anónimo dijo...

Perdón, ya lo he entendido, no es Delanuy quien se separa de las abstracciones, son las A. las que empiezan a diferenciarse,

Ana dijo...

Efectivamente. Quizá en una lectura rápida da lugar a la confusión pero en una lectura detenida se llega a la conclusión a la que también usted ha llegado.
Saludos

Unknown dijo...

Me encanta la pintura y amo el puntillismo, sus grandes exponentes le han dado de todo a la pintura y al mundo, lograron innovar, les comparto esta lista donde podemos ver a los mejores Pintores puntillistas: https://www.buzzfeed.com/alonzor301/the-meilleurs-peintres-pointillistes-de-tous-les-t-36ijc?utm_term=.fpAvLR42E#.tp2PDXNZy
Los que mas me gustan Luce, Paul Signac, Endara y Gabino Amaya Cacho

Unknown dijo...

Hola Ana. Me gustaría citar este artículo si fuera posible por favor. Me podrías escribir al correo? Gracias, y saludos. Ania

Ana dijo...

Puedes citarlo sin problema. Saludos

Unknown dijo...

Hola. Donde se exponen obras de Robert y de Sonia? Gracias por el artículo.
Leonor

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