"(...) Así, en su famoso ensayo sobre LA DESHUMANIZACION DEL ARTE, declaraba perentoriamente Ortega y Gasset: "Dondequiera que las jóvenes musas se presentan, la multitud las cocea." Según él, este arte nuevo, actuando como una especie de agente químico, producía el resultado sociológico inmediato de separar a las minorías de las masas, y aislarlas en su pureza. Este arte nuevo que era el de vanguardia jamás llegaría a alcanzar popularidad. Quien a la fecha de hoy observe con cuánta impavidez se detienen las multitudes a contemplar las obras de un Picasso, de un Miró, de un Matisse, de un Klee; más aún, quien las vea adquirir por miles de miles las reproducciones de sus cuadros y adornar con ellas las paredes, pensará que por esta vez el diagnóstico de nuestro filósofo era equivocado, y falsa su profecía.(...) Pero quizá las cosas no sean tan simples. Si nos detenemos a considerarlas con alguna atención, quizá podamos hacer distingos y establecer matizaciones útiles. Cierto es que las masas actuales no cocean ya a las que un día fueron jóvenes musas; pero ¿querrá esto significar que no eran, como Ortega había supuesto, refractarias por principio a la estética que ellas patrocinaban?, ¿que sólo provisionalmente se les resistía, y que la reacción negativa de las gentes no fue más que una previsible manifestación de la extrañeza que el transcurso del tiempo habría de desvanecer?(...) El burgués que hacía irrisión de aquello que le chocaba, estaba instalado con firme convicción dentro de una bien definida estética a la que conservadoramente se aferraba. Sabía, o creía saber, qué es el arte, y se atenía a un concepto determinado de arte, afirmándolo con resuelta convicción frente a quienes afirmaban un concepto distinto, que para él constituía una aberración delirante.(...) Por contraste con la resuelta beligerancia conservadora del burgués, a quien los innovadores de su época motejaban de obtuso y filisteo, las actuales masas parecen receptivas en grado sumo, y "tragan" en seguida sin objeción alguna cuanto en materia de arte "se les eche", lo mismo -es verdad- si se trata de las más exquisitas creaciones que si se trata de burdos mamarrachos, con tal de que les sea propuesto a través de los canales de comunicación pública, tan eficaces en esta sociedad de consumo. Y habría que preguntarse si esa fácil disposición a ingerir glotona e indiscriminadamente los alimentos de más heterogénea calidad implica, en efecto, absorción asimiladora de "lo nuevo", o más bien pasiva y dócil indiferencia nacida de la falta de criterios propios. Desde otro punto de vista -cuya exploración nos llevaría demasiado lejos en la presente ocasión-, cabe pensar que quizá tenga ello también algo que ver con el hecho de que la actividad artística misma, que había perdido en mucha medida su funcionalidad (según lo delata, entre otras varias cosas, la teoría del arte por el arte), está moviéndose ahora hacia la recuperación de esa funcionalidad y tantea formas susceptibles de reinsertarse en el cuerpo social; y así, mientras que se llegaba al punto de que, pongo por caso, el pintor trabajaba para el marchante y el especulador, y en que su cuadro, siguiendo una trayectoria absurda, podía pasar directamente desde el taller al museo, los más grandes artistas (y ahí están, por ejemplo, las cerámicas de un Picasso, los ornamentos religiosos de un Matisse) no tenían empacho en derivar hacia lo decorativo. Y en verdad, ¿por qué no podrían servir las pinturas de un Mondrian como patrón para el estampado de tejidos industriales? Ofrecido de esta manera al público, el arte no reclamaría de éste esa desprendida apreciación estética que probablemente no está en condiciones de ejercitar." (1984.) Francisco Ayala.LA RETORICA DEL PERIODISMO Y OTRAS RETORICAS
O tema do gusto público e a apreciación intelectual da arte non é sinxelo, mesmo se pode cair no elitismo, así que vou rematar cunha anécdota:Lorca recitoulle a un campesiño andaluz o famoso "Verde que te quiero verde..." e ó acabar preguntou: -¿Enténdelo? -Non. -¿Góstache? -Sí, sí, moito.
Muy bueno el texto de Ayala y su cita de Ortega. Aborda alguno de los frentes con que se encuentra el artista: la posición del espectador, la especulación del arte, la función del arte, la trivialización de las obras de arte utilizadas como soporte de objetos cotidianos… El arte se ha convertido en un objeto de consumo más tanto de las masas como de grandes inversores que pujan en las subastas de alto nivel… El arte se ha convertido en moneda de cambio. Sería interesante escuchar la opinión de los artistas. ¿Qué debe primar para ser un “digno” espectador de la obra de arte?...el conocimiento y/o la sensibilidad, y ambas cualidades no tienen por qué darse juntas. Por otra parte uno de los beneficios de la democracia y el estado de bienestar es la posibilidad de acceso a la cultura. Es un modo de empezar a sensibilizarse con el arte y de aprender. Derechos legítimos de todo ciudadano que no se pueden negar. Textos interesantes en relación con estas cuestiones citados en “HISTORIA DE LA BELLEZA” DE UMBERTO ECCO:
LA POESÍA DE LO PRIMITIVO EUGÉNE DELACROIX Variaciones sobre la belleza, 1857 “Nosotros juzgamos el resto del mundo desde nuestro limitado horizonte: no salimos de nuestras pequeñas costumbres, y nuestros entusiasmos son a menudo tan insensatos como nuestros desprecios. Juzgamos con la misma presunción las obras de arte y las de la naturaleza. El hombre de Londres y de Paris tal vez esté más lejos de tener un justo sentido de la belleza que el hombre inculto que habita regiones adonde no llega la civilización. Vemos la belleza solamente a través de la imaginación de los poetas y de los pintores; el salvaje la encuentra a cada paso de su vida errabunda. Estoy dispuesto a admitir que ese hombre tendrá pocos momentos para dedicar a las impresiones poéticas, ya que sabemos que su preocupación constante es no dejarse morir de hambre. Ha de luchar continuamente contra una naturaleza hostil para defender su mísera vida. Sin embargo la visión de espectáculos imponentes y la fuerza de una especie de poesía primitiva puede hacer nacer en los corazones el sentimiento de la admiración.”
EL ACTO ESTÉTICO HEGEL “Tengo la certeza de que el supremo arte de la razón, aquel en que esta comprende la totalidad de las ideas, es un acto estético, y que verdad y bondad están íntimamente fundidas tan solo en la belleza (…) Expondré ahora una idea de la que, por lo que se, ningún hombre es aún consciente: es necesario poseer una nueva mitología, pero debe ponerse al servicio de las ideas, debe convertirse en una mitología de la razón. La mitología debe volverse filosófica, de modo que haga racional al pueblo, y la filosofía debe volverse mitológica, de modo que los filósofos se tornen sensibles. Si no damos a las ideas forma estética, esto es, mitológica, no tendrán interés para el pueblo. (…) Y así finalmente los que son ilustrados y los que no lo son se unirán. No más miradas despreciativas, no más temor del pueblo a sus sabios y a sus sacerdotes. Ninguna capacidad será ya reprimida: reinará por fin la libertad general y la igualdad de los espíritus. Será la máxima, la más alta obra del hombre.”
2 comentarios:
ARTE NUEVO Y SOCIEDAD DE MASAS
"(...) Así, en su famoso ensayo sobre LA DESHUMANIZACION DEL ARTE, declaraba perentoriamente Ortega y Gasset: "Dondequiera que las jóvenes musas se presentan, la multitud las cocea." Según él, este arte nuevo, actuando como una especie de agente químico, producía el resultado sociológico inmediato de separar a las minorías de las masas, y aislarlas en su pureza. Este arte nuevo que era el de vanguardia jamás llegaría a alcanzar popularidad.
Quien a la fecha de hoy observe con cuánta impavidez se detienen las multitudes a contemplar las obras de un Picasso, de un Miró, de un Matisse, de un Klee; más aún, quien las vea adquirir por miles de miles las reproducciones de sus cuadros y adornar con ellas las paredes, pensará que por esta vez el diagnóstico de nuestro filósofo era equivocado, y falsa su profecía.(...)
Pero quizá las cosas no sean tan simples. Si nos detenemos a considerarlas con alguna atención, quizá podamos hacer distingos y establecer matizaciones útiles. Cierto es que las masas actuales no cocean ya a las que un día fueron jóvenes musas; pero ¿querrá esto significar que no eran, como Ortega había supuesto, refractarias por principio a la estética que ellas patrocinaban?, ¿que sólo provisionalmente se les resistía, y que la reacción negativa de las gentes no fue más que una previsible manifestación de la extrañeza que el transcurso del tiempo habría de desvanecer?(...)
El burgués que hacía irrisión de aquello que le chocaba, estaba instalado con firme convicción dentro de una bien definida estética a la que conservadoramente se aferraba. Sabía, o creía saber, qué es el arte, y se atenía a un concepto determinado de arte, afirmándolo con resuelta convicción frente a quienes afirmaban un concepto distinto, que para él constituía una aberración delirante.(...)
Por contraste con la resuelta beligerancia conservadora del burgués, a quien los innovadores de su época motejaban de obtuso y filisteo, las actuales masas parecen receptivas en grado sumo, y "tragan" en seguida sin objeción alguna cuanto en materia de arte "se les eche", lo mismo -es verdad- si se trata de las más exquisitas creaciones que si se trata de burdos mamarrachos, con tal de que les sea propuesto a través de los canales de comunicación pública, tan eficaces en esta sociedad de consumo. Y habría que preguntarse si esa fácil disposición a ingerir glotona e indiscriminadamente los alimentos de más heterogénea calidad implica, en efecto, absorción asimiladora de "lo nuevo", o más bien pasiva y dócil indiferencia nacida de la falta de criterios propios.
Desde otro punto de vista -cuya exploración nos llevaría demasiado lejos en la presente ocasión-, cabe pensar que quizá tenga ello también algo que ver con el hecho de que la actividad artística misma, que había perdido en mucha medida su funcionalidad (según lo delata, entre otras varias cosas, la teoría del arte por el arte), está moviéndose ahora hacia la recuperación de esa funcionalidad y tantea formas susceptibles de reinsertarse en el cuerpo social; y así, mientras que se llegaba al punto de que, pongo por caso, el pintor trabajaba para el marchante y el especulador, y en que su cuadro, siguiendo una trayectoria absurda, podía pasar directamente desde el taller al museo, los más grandes artistas (y ahí están, por ejemplo, las cerámicas de un Picasso, los ornamentos religiosos de un Matisse) no tenían empacho en derivar hacia lo decorativo. Y en verdad, ¿por qué no podrían servir las pinturas de un Mondrian como patrón para el estampado de tejidos industriales? Ofrecido de esta manera al público, el arte no reclamaría de éste esa desprendida apreciación estética que probablemente no está en condiciones de ejercitar."
(1984.)
Francisco Ayala.LA RETORICA DEL PERIODISMO Y OTRAS RETORICAS
O tema do gusto público e a apreciación intelectual da arte non é sinxelo, mesmo se pode cair no elitismo, así que vou rematar cunha anécdota:Lorca recitoulle a un campesiño andaluz o famoso "Verde que te quiero verde..." e ó acabar preguntou:
-¿Enténdelo? -Non. -¿Góstache? -Sí, sí, moito.
Muy bueno el texto de Ayala y su cita de Ortega. Aborda alguno de los frentes con que se encuentra el artista: la posición del espectador, la especulación del arte, la función del arte, la trivialización de las obras de arte utilizadas como soporte de objetos cotidianos…
El arte se ha convertido en un objeto de consumo más tanto de las masas como de grandes inversores que pujan en las subastas de alto nivel… El arte se ha convertido en moneda de cambio. Sería interesante escuchar la opinión de los artistas.
¿Qué debe primar para ser un “digno” espectador de la obra de arte?...el conocimiento y/o la sensibilidad, y ambas cualidades no tienen por qué darse juntas.
Por otra parte uno de los beneficios de la democracia y el estado de bienestar es la posibilidad de acceso a la cultura. Es un modo de empezar a sensibilizarse con el arte y de aprender. Derechos legítimos de todo ciudadano que no se pueden negar.
Textos interesantes en relación con estas cuestiones citados en “HISTORIA DE LA BELLEZA” DE UMBERTO ECCO:
LA POESÍA DE LO PRIMITIVO EUGÉNE DELACROIX
Variaciones sobre la belleza, 1857
“Nosotros juzgamos el resto del mundo desde nuestro limitado horizonte: no salimos de nuestras pequeñas costumbres, y nuestros entusiasmos son a menudo tan insensatos como nuestros desprecios. Juzgamos con la misma presunción las obras de arte y las de la naturaleza. El hombre de Londres y de Paris tal vez esté más lejos de tener un justo sentido de la belleza que el hombre inculto que habita regiones adonde no llega la civilización. Vemos la belleza solamente a través de la imaginación de los poetas y de los pintores; el salvaje la encuentra a cada paso de su vida errabunda. Estoy dispuesto a admitir que ese hombre tendrá pocos momentos para dedicar a las impresiones poéticas, ya que sabemos que su preocupación constante es no dejarse morir de hambre. Ha de luchar continuamente contra una naturaleza hostil para defender su mísera vida. Sin embargo la visión de espectáculos imponentes y la fuerza de una especie de poesía primitiva puede hacer nacer en los corazones el sentimiento de la admiración.”
EL ACTO ESTÉTICO HEGEL
“Tengo la certeza de que el supremo arte de la razón, aquel en que esta comprende la totalidad de las ideas, es un acto estético, y que verdad y bondad están íntimamente fundidas tan solo en la belleza (…) Expondré ahora una idea de la que, por lo que se, ningún hombre es aún consciente: es necesario poseer una nueva mitología, pero debe ponerse al servicio de las ideas, debe convertirse en una mitología de la razón. La mitología debe volverse filosófica, de modo que haga racional al pueblo, y la filosofía debe volverse mitológica, de modo que los filósofos se tornen sensibles. Si no damos a las ideas forma estética, esto es, mitológica, no tendrán interés para el pueblo.
(…) Y así finalmente los que son ilustrados y los que no lo son se unirán. No más miradas despreciativas, no más temor del pueblo a sus sabios y a sus sacerdotes. Ninguna capacidad será ya reprimida: reinará por fin la libertad general y la igualdad de los espíritus. Será la máxima, la más alta obra del hombre.”
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