"EL NIÑO DE VALLECAS".
PINTURA Y POESÍA SE UNEN PARA "LANZAR UNA BOTELLA AL MAR"...
De aquí no se va nadie.
Mientras esta cabeza rota
Del Niño de Vallecas exista,
de aquí no se va nadie. Nadie.
Ni el místico ni el suicida.
Antes hay que deshacer este entuerto,
Antes hay que resolver este enigma.
Y hay que resolverlo entre todos,
Y hay que resolverlo sin cobardía,
Sin huir
Con unas alas de percalina
O haciendo un agujero
En la tarima.
De aquí no se va nadie. Nadie.
Ni el místico ni el suicida.
Y es inútil,
Inútil toda huida
(ni por abajo ni por arriba).
Se vuelve siempre. Siempre
Hasta que un día (¡un buen día!)
El yelmo de Mambrino
-halo ya, no yelmo ni vacía-
Se acomode a las sienes de Sancho
Y a las tuyas y a las mías, como pintiparado, como hecho a la medida.
Entonces nos iremos todos
Por las bambalinas;
Tú y yo y Sancho, y el Niño de Vallecas, y el místico y el suicida.
LEÓN FELIPE, 1884
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